Xavier Grau Comet

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Acostumbrados a ver estrambóticos robots realizando repetitivas tareas mecánicas en las cadenas de montaje de la industria automovilística, parece que ha llegado el momento de que estos autómatas abandonen su puesto de trabajo y se lancen a la conquista de otros espacios. La industria farmacéutica, la agroalimentaria y la de las energías renovables son algunas de las que podrían ver mejorar su competitividad gracias a la ayuda de estos aliados tecnológicos. Fuera del ambiente industrial, la robótica de servicio para uso profesional, doméstico y de entretenimiento ofrece infinitas posibilidades. Generalizar su implantación y con ello facilitar la vida de miles de personas es la gran apuesta a la que se enfrenta el sector de la robótica industrial en los próximos años, según señala Xavier Grau Comet, gerente de la Asociación Española de Robótica y Automatización Tecnologías de la Producción (AER-ATP).

España ocupa un lugar destacado en cuanto al número de robots industriales instalados. ¿Podría explicar cómo ha sido el camino recorrido por el sector hasta alcanzar esta posición?

España ocupa hoy en día el octavo lugar en el mundo en cuanto a robots industriales instalados, con cerca de 30.000 unidades. Para llegar a esta posición ha sido de vital importancia la creación y el mantenimiento de una potente industria automovilística en nuestro país.

Esta situación choca con la dependencia tecnológica de nuestro país en el desarrollo de robots industriales. ¿A qué se debe el estancamiento en este terreno?

El nacimiento de la robótica industrial a finales de los años sesenta, conlleva un gran avance en la productividad industrial que en la década de 1980 empieza a tener su máxima actividad y es cuando en España surgen algunas iniciativas en la creación de empresas para la fabricación de robots industriales. Después de varios intentos y debido principalmente a las grandes inversiones en I+D necesarias para la fabricación de robots industriales, nuestro país abandona dicha actividad, especializándose en la ingeniería de integración de los robots.

“LA ROBÓTICA DE SERVICIO TIENE POR DELANTE RETOS MUY IMPORTANTES PARA LOGRAR UN AVANCE CUANTITATIVO EN LA SOCIEDAD, UNO DE LOS CUALES ES EL DESARROLLO DE LA NORMATIVA QUE GARANTICE SU CORRECTO FUNCIONAMIENTO”

¿El volumen y la planificación de las inversiones en I+D+i, tanto por parte de las empresas como de la Administración, es el que define la mayor competitividad de la industria robótica y de la automatización? ¿Cree que en estos momentos se gestiona adecuadamente o se puede mejorar?

Es evidente que las inversiones en I+D+i facilitan el desarrollo industrial y hacen más competitivas a las empresas en el mundo globalizado. Por lo que se refiere a nuestro país, la robótica industrial debe entrar de forma decidida en otros sectores que no sean la automoción, ya que en este está muy desarrollada. Todas las iniciativas, ya sean públicas o privadas, que colaboren en la transferencia de tecnología hacia los sectores emergentes en robótica industrial pueden ser decisivas para un adecuado desarrollo del país.

¿Hacia dónde se orientan actualmente las líneas de investigación en materia de robótica industrial y de servicios?

Por lo que se refiere a la robótica industrial, tal y como he comentado anterior-mente, sus retos están en lograr una implantación adecuada en sectores como la industria de generación de energías renovables, la industria aeronáutica, el sector agroalimentario y la industria farmacéutica, entre otros.

¿En cuál de ellos ve mayor futuro la patronal de la industria robótica a la que usted representa?

En lo que se refiere a la robótica de servicio, esta va a ser, sin duda, la gran apuesta mundial para los próximos años. Dentro de esta especialidad nos encontramos con la robótica profesional, la doméstica y la de ocio. En cualquier caso, la robótica de servicio tiene por delante retos muy importantes para lograr un avance cuantitativo en la sociedad, uno de los cuales es el desarrollo de la normativa que garantice su correcto funcionamiento. Para que nuestro país alcance un buen posicionamiento en este terreno va a hacer falta mucha colaboración entre universidades, centros tecnológicos, ingenierías y empresas de robótica.

¿Qué beneficios puede aportar a la sociedad la llegada de esta robótica de servicio?

La principal ventaja que comporta la robótica es que facilita la vida a miles de personas, ya que ha asumido los trabajos que resultaban ser más duros y peligrosos para el ser humano. Gracias a ella, las sociedades evolucionan y se enriquecen. La robótica de servicio complementa esta filosofía que siempre ha estado vinculada a la robótica industrial tradicional.

El tejido industrial español está conformado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas. ¿Supone esto un obstáculo para la expansión de la industria robótica y de la automatización? ¿Es rentable para este tipo de negocios introducir robots en sus plantillas?

Hoy en día, y a diferencia de hace algunos años, las pequeñas y medianas empresas son las que están absorbiendo alrededor de la mitad de los robots que se incorporan y esto es, sin lugar a dudas, un reflejo de la mayor competitividad de las pymes. Es evidente que todo lo que favorezca la productividad de las empresas ha de llevar consigo una rentabilidad para el sector de referencia.

¿Piensa que España cuenta con buenos ingenieros e investigadores en el campo de la robótica? ¿Existe fluidez en la transferencia de conocimiento a las empresas?

España tiene, sin duda, muy buenos profesionales, capacitados y muy cualificados en el sector de la robótica y la automatización industrial. Sirva como ejemplo el importante trabajo que desarrollan las ingenierías españolas en todo el mundo. Por otro lado, existe también un alto nivel de investigación para el cual siempre se puede mejorar la transferencia de conocimiento a las empresas.

El objetivo final de la robótica es complementar o sustituir las funciones de los humanos. Resulta difícil vislumbrar los beneficios sociales que puede reportar la implantación de un robot si con ello se elimina mano de obra.

Hoy en día ya nadie duda de que la robótica industrial es una pieza clave para el desarrollo de los procesos de manufactura de un país. Actualmente ya nadie cuestiona la incorporación de robots como sinónimo de destrucción de puestos de trabajo, ya que históricamente se ha venido demostrando que los países con un mayor número de robots instalados tienen una tasa de desempleo menor (actualmente debe descontarse España por motivos coyunturales).

La Asociación Española de Robótica y Automatización Tecnologías de la Producción ha sido testigo de la evolución del sector. ¿Qué papel ha protagonizado desde su creación?

La Asociación Española de Robótica nació en 1985, por lo que cuenta con 26 largos años de experiencia desde su fundación. Hacer un simple balance de todo este tiempo es complicado, pero sí cabe destacar la meritoria posición que ocupa España en cuanto a robótica industrial. Como miembro fundador de la International Federation of Robotics, la asociación ha venido participando activamente en diferentes actividades, como la organización de dos congresos mundiales. Y en el ámbito nacional, es importante señalar la representatividad de la asociación en todos los aspectos que son de su competencia. AER-ATP colabora en el desarrollo de actividades dentro de HispaRob, plataforma tecnológica constituida al amparo del Ministerio de Ciencia e Innovación, en colaboración con la empresa Indra y la Universidad Carlos III de Madrid, además de abordar tareas en las que ha sido pionera, como la organización de jornadas y cursos de formación en robótica para las empresas de nuestro país.

A punto de finalizar este difícil año 2011, ¿cómo calificaría el comportamiento que ha tenido el sector al que usted representa ante la crisis económica? ¿Cree que se ha comportado con madurez? Y por último, ¿qué futuro le espera a la robótica industrial?

El sector de la robótica industrial ha sufrido en España una crisis importante que empezó en el ejercicio 2009, si bien se espera que para finales de este 2011 y el próximo 2012 se empiece a recuperar de acuerdo con la evolución industrial de nuestro país.

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