Víctor de la Cueva Revilla

Jefe de Servicio Técnico en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid

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“La mayor satisfacción es cuando te felicitan por tus acciones dentro de tu actividad profesional”

Víctor de la Cueva Revilla

Víctor de la Cueva Revilla es otro ejemplo de profesional que vela cada día por el perfecto funcionamiento de un gran hospital, y al mismo tiempo, por el mantenimiento de las instalaciones y la seguridad tanto del personal sanitario como de los pacientes que acuden al mismo. Como Ingeniero Técnico Industrial, en la especialidad de Electricidad, además de tener el título universitario oficial de Máster en Arquitectura, Organización y Gestión de Infraestructuras Hospitalarias, es Jefe de Servicio Técnico en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid desde el año 2016, cuando se produjo su nombramiento, aunque su trayectoria profesional en este centro hospitalario comenzó hace ahora 23 años.

¿Por qué decidió dedicarse profesionalmente a la Ingeniería del ámbito hospitalario?
Mi dedicación profesional a la ingeniería hospitalaria viene principalmente por la influencia que ejerció mi padre, siendo el referente en el ámbito de la ingeniería sanitaria; el cual me hizo ver las virtudes dentro del entorno de la ingeniería, enfocada en el sector hospitalario, por ser una rama de la misma donde se encuentran la totalidad de especialidades que te puedes encontrar en nuestro oficio.

¿Cuáles son las principales funciones y actividades que realiza de forma habitual?
Mis principales funciones competenciales dentro del centro hospitalario y centros adscritos del Hospital Ramón y Cajal, son las propias de un Jefe de Servicio de Mantenimiento, que se resumen en supervisar el correcto servicio de los edificios hacia los pacientes, los profesionales y las personas de paso que los albergan.

“Hemos incorporado softwares de gestión de instalaciones y equipamiento para su supervisión y monitorización, con el fin de mejorar la eficacia”

En lo que respecta al personal, ¿cómo se estructura su departamento?
El servicio de mantenimiento, el cual está integrado en la Subdirección Técnica de Ingeniería, está compuesto por ingenieros, maestros industriales, administrativos y personal de oficio, estructurado en secciones competenciales.

En fechas recientes, hemos conocido la noticia de la revista norteamericana «Newsweek», en la que se indica que diez hospitales públicos madrileños se encuentran entre los mejores del mundo, y uno de ellos es el Hospital Ramón y Cajal, ¿cómo es trabajar en un hospital tan emblemático y con una larga trayectoria asistencial?
Mi experiencia de 23 años en el centro hospitalario del Ramón y Cajal, me lleva a la conclusión de que es un orgullo poder trabajar en él, debido su prestigio dentro de su ámbito y las personas que le dan vida, y me recompensan personalmente por mi quehacer profesional.

Este hospital está incluido también en la lista de los denominados “hospitales inteligentes”, con destacados avances tecnológicos, como la Inteligencia Artificial (IA), imágenes digitales, telemedicina, robótica y otras funcionalidades electrónicas, ¿cuáles son las últimas innovaciones que han incorporado en lo que respecta a su área de trabajo?
Las últimas novedades, que se van incorporando en nuestra área de trabajo, se centran en lo referente a los softwares de gestión de instalaciones y equipamiento, los cuales supervisan y monitorizan las mismas, con el fin último de obtener su mejor eficacia y eficiencia.

Foto: Shutterstock

En mayo de 2020, Mónica López Rodríguez, especialista de Medicina Interna del Hospital Universitario Ramón y Cajal, recogió en representación de todos los madrileños la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid, otorgada al pueblo de Madrid por su comportamiento durante la pandemia del coronavirus, al haber sido uno de los hospitales con más pacientes ingresados por COVID-19 durante la pandemia. ¿Cómo vivieron estos momentos tan complicados? ¿Cómo afectó a la organización del hospital?
Fueron momentos muy duros, que se afrontaron con la más elevada profesionalidad que se puede imaginar; cada persona con su cometido, llevando a cabo todos los servicios necesarios, y estando al nivel que se nos requiere en esos momentos.

¿Se podría decir que el centro hospitalario ha vuelto a la normalidad?
Sí, es un gran centro, que se ha adaptado en tiempo récord a las situaciones cambiantes que han ido acaeciendo, para dar el servicio asistencial requerido.

¿Ha cambiado en algunos aspectos a raíz de detectar posibles deficiencias o mejoras que se podrían realizar tras haber vivido los momentos más duros de la pandemia?
La actividad asistencial está a nivel previo a la pandemia, y no ha sido necesaria la incorporación de mejoras destacables (exceptuando material y personal de refuerzo), por el citado motivo, ya que un centro hospitalario como el Ramón y Cajal está preparado para situaciones de la magnitud acaecida durante la pandemia.

A nivel profesional, ¿qué proyectos tiene en mente?
Mis proyectos son el día a día, con el fin de que el centro tenga un servicio de mantenimiento que sepa atender a sus necesidades.

¿Cuáles son las mayores dificultades que se encuentra a la hora de realizar su trabajo?
Las mayores dificultades vienen cuando suceden imprevistos dentro de nuestra actividad programada de mantenimiento, que necesitamos solventar con prontitud, para que no se vea mermada la actividad en el centro.

¿Y las mayores satisfacciones?
La mayor satisfacción es cuando te felicitan por tus acciones dentro de tu actividad profesional, que te enorgullece por estar dentro de la organización del Hospital Ramón y Cajal.

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