Tecnología para ciegos
Muchos jóvenes con discapacidades son verdaderos expertos en tecnología. Conocen los últimos y más sofisticados desarrollos y las aplicaciones informáticas de última generación, cuya jerga manejan con soltura: son las herramientas que les permiten tener autonomía, aprender, comunicarse y vivir con más seguridad. A ellos y a la creciente población de mayores con limitaciones sensoriales. Hablar de TIC es hablar de inversiones pero también de estandarización y diseño universal para evitar exclusiones en la llamada sociedad del conocimiento. Una parte de esta tecnología comprende los avances dedicados especialmente a las personas ciegas, la tiflotecnología.
“En nuestra vida diaria, nada es imprescindible o lo es todo: existen aparatos de cualquier tipo, básculas que hablan, robots de todas las características. Pero yo me puedo manejar con lo común. Sólo necesito de especial la informática en el ordenador, con programas que me permiten trabajar”. Asier es periodista. Hace años que perdió la vista pero sigue leyendo, va al cine, a exposiciones, le gusta la fotografía y maneja sus conocimientos de tal forma que puede mantener conversaciones sobre todo aquello que la industria produce para disfrutarlo con el sentido del que él carece. Aunque reconoce que en las películas lo que le emociona no es la imagen sino el sonido y la trama.
Considera conveniente que haya más audiodescripciones en todos los ámbitos –igual qua aumentan los intérpretes de lengua de signos– o que se perfeccionen los navegadores para que muchas personas puedan moverse con seguridad por la ciudad –aunque para él no es prioritario por el momento–. Cree interesante que los cajeros automáticos sean más accesibles y habla de otras herramientas que surgen cada día, pero él asegura que la tecnología actual ya le permite hacer una vida bastante normal.
Teléfono móvil, mando universal
Cuando a finales del pasado mes de enero se anunció en Estados Unidos la comercialización de un móvil que in-corpora un lector de pantalla en audio muy perfeccionado (el Nokia82), muchos optaron por controlarse y comprobar su eficacia antes de gritar eureka. El nuevo teléfono –aseguraron– puede leer instantáneamente en alto el menú de un restaurante, una factura, una revista o cualquier texto impreso que se le ponga por delante. Gracias al sistema que incluye cámara de cinco megapíxeles, OCR y tarjeta de sonido, el nuevo móvil podrá sustituir otros lectores más voluminosos y pesados utilizados hasta Braille, dos siglos de revolución ahora. La aplicación que convierte ese teléfono en el knfbREADER Mobile ha sido fabricado por un consorcio en el que participa la NFB (National Federation of the Blind), la potente federación estadounidense de ciegos.
En realidad, los sistemas que incluyen estos móviles están inventados pero hay que hacerlos converger en espacios reducidos para que los usuarios manejen cómodamente los aparatos. José Luis Lorente, asesor del CIDAT (el Centro de Investigación y Desarrollo de Aplicación tiflotécnica de la organización española de ciegos, la ONCE), lo confirma: “Ya disponemos de lectores de pantalla y reconocedores de texto, la síntesis de voz tiene cada vez mejor calidad y software especializado; el acceso a los teléfonos está casi solucionado; las cámaras son de buena resolución y el sistema auto-focus facilita el enfoque”. Pero él cree que incluso ante este teléfono se debe adoptar una postura prudente: “El enfoque automático existe, pero una persona que no ve tiene que saber dónde enfoca. Comprobaremos su funcionamiento en todas las situaciones, para ver cómo digitaliza los textos y si reconoce sin problemas las fuentes”, añade Lorente.
Un dispositivo como éste reúne algunas condiciones que los expertos quieren encontrar en cualquier equipo para una persona con discapacidad: que lo fabriquen empresas privadas, lo que significa que también se encargarán de su actualización, y que cumplan el principio del diseño para todos. La convergencia puede llegar a conseguir uno de los grandes objetivos de la tiflotecnología actual, que el móvil se convierta en el mando a distancia universal para personas con deficiencias visuales.
Diseño para todos
El diseño universal impregna las políticas de accesibilidad y tecnología des-de la pasada década. Se basa en el principio de que desde que se concibe un nuevo dispositivo, servicio, aplicación o avance, debe hacerse pensando en su uso universal sin barreras o exclusiones de quienes tienen limitaciones, discapacidades o diversidad funcional. El razonamiento lleva a pensar que si se amplía su uso, y si es útil para la población general, será más rentable, no sólo social, sino económicamente y, en consecuencia, más barato. Además permitirá, como ha ocurrido con tecnologías que hace unos años eran un sueño, que esas prestaciones se incorporen como características básicas en equipos futuros.
Asier habla de su teléfono. “Yo diría que el 99 por ciento de los ciegos hace tiempo que tenemos un programa en el móvil que dice quién te llama y podemos leer los mensajes mediante bluetooth”. En el ambiente en que él se mueve seguramente es así. Según un estudio sobre TIC y Dependencia, de Vodafone y Red.es, de 2007, sólo el uno por ciento de las personas ciegas en España desconoce la existencia de los medios tecnológicos. El número de usuarios de móviles, sin embargo, se reduce al 50 por ciento de los invidentes; y más aún al 11,6 por ciento para móviles adaptados, en parte por la dificultad de aprender cómo funcionan, según el mismo documento. Los expertos atribuyen estos bajos porcentajes al creciente número de personas mayores que van perdiendo capacidades y ya no utiliza TIC.
Para sus teléfonos móviles, las personas con dificultades de visión disponen de distintos programas que pueden instalarse sobre el sistema operativo Symbian, como Talks, o el lector de pantalla Mobile Speaks, de la empresa española Code Factory. En los últimos tiempos también esta compañía, que trabaja con organizaciones de ciegos y con distintas operadoras, ha incorporado un sistema de navegación GPS, el Wayfinder, para orientarse en la calle. Tales adaptaciones no son complicadas pero sí incrementan el precio de los actuales móviles, ex-plica la directora del CIDAT. “Por tal motivo, una de las tendencias actuales es seguir buscando software libre que implemente otros dispositivos que utilizan voz, muy adecuados para personas mayores”, añade María Jesús Varela.
Las TIC también pueden combatir el aislamiento de las personas sordociegas. Para ellas, el tacto sigue siendo su principal vía de comunicación con el exterior y el sentido que les permite adquirir sus conocimientos. El braille es, por tanto, irreemplazable para leer y escribir y las investigaciones no pueden olvidar sus necesidades. En la actualidad utilizan pequeños teclados con teléfonos móviles y bluetooth. Los dispositivos de convergencia tecnológica como blackberry, pdas, entre otras, son en muchos casos aún más necesarias para ellos que para ejecutivos y amantes de la tecnología, con los teclados y dispositivos adaptados para braille.
Escuchar la pantalla del ordenador
Los ordenadores han permitido a las personas ciegas incorporarse al mundo laboral y profesional que concentra gran parte de su empleo: docentes, documentalistas, abogados o periodistas conocen con detalle los secretos de las comunicaciones electrónicas des-de hace tiempo. De hecho, según el citado estudio de Vodafone, más de la mitad de las personas ciegas disponen de ordenador personal. Asier asegura que lo que más le importa es su trabajo. Pero ¿cómo escriben en su ordenador las personas ciegas?, o ¿cómo navegan por Internet?; en resumen, ¿cómo leen las pantallas?
Quienes tienen visión reducida necesitan un software que amplía los caracteres, un magnificador, o que adapta los contrastes y colores. En el caso de quienes carecen totalmente de visión la clave se encuentra en la tecnología de voz combinada con aparatos de braille adaptados al software que se instala en los ordenadores y va leyendo lo que no ven en ella. Los usuarios reciben la voz a través de sus auriculares.
“Yo tengo JAWS (Job Access With Speech), tengo Internet, correo, Office… JAWS nos facilita todo lo que está en el entorno de la palabra –explica Asier–. Para escribir, acoplo una línea braille al ordenador y escribo. Cuando
voy a una rueda de prensa tengo otra maquinita que abulta lo que cuatro cajas de tabaco, y tomo mis notas con ella. Si quiero imprimir lo que he escrito, tenemos impresoras braille; utilizamos programas como Openbook, con el que escaneamos textos que reconoce un OCR y los pasa a voz para que podamos escucharlos”. Asier sigue enumerando un batallón de “maquinitas” y de periféricos que completan sus necesidades. Muchas de ellas han ido simplificándose porque han dejado en manos del software del ordenador parte de las funciones que antes tenían encomendadas. Además, existen otros equipos autónomos: lectores ópticos, equipos con teclado, para almacenar, procesar información y lectura con voz como Braille’n speak o Sonobraille, entre otros.
JAWS no es el único programa revisor de documentos que se utiliza, pero en su versión para Windows sí el más extendido en España. La ONCE dota con los programas necesarios los puestos de trabajo que ocupan sus afiliados. Pese a ello, la organización española, que envió hace unos años a su personal al Campus de Redmond, no ha conseguido que cada nueva versión del sistema operativo de Microsoft in-corpore desde el principio las especificaciones necesarias para que estos programas trabajen. JAWS ha necesitado una versión 8 recién aparecida para adaptarse al Windows Vista, advierte José Luis Lorente.
Accesible y estándar
“El poder de la Web se encuentra en su universalidad. El acceso de todos, al margen de su discapacidad, es uno de sus aspectos esenciales”. La frase, de Tim Berners-Lee, creador de la World Wide Web, se ha convertido en el lema de cabecera para un sector nada pequeño de los internautas de todo el mundo. El Consorcio W3C, que dirige el mismo Berners-Lee, lidera las acciones encaminadas a establecer unas normas, las Pautas WAI, Web Accesibility Iniciative, que permitan un avance normalizado en el diseño web en todo el mundo.
Gobiernos, empresas y organizaciones reconocen los estándares WAI y las entidades de certificación los adoptan para asegurar el acceso de todos a las webs. En España, los portales de la Administración y las webs financiadas con fondos públicos deberán cumplir los niveles mínimos de accesibilidad –Norma UNE 139803:2004– antes de que finalice 2008.
La explosión creativa de Internet afecta de manera especial a las personas ciegas. Programas como el Acrobat, utilizado masivamente para intercambiar archivos en formato de imagen, les ha dificultado durante mucho tiempo el acceso a su contenido textual. Cualquier otro invento gráfico, la incorporación de scripts, el uso de Flash, de Java, popups o de programas de las más diversas características, añade una carga de frustración a las personas ciegas, que querrían acceder a todos sus contenidos.
En términos generales, lo que facilita la estandarización para las personas ciegas es que cualquier elemento visual, dibujo, enlace o imagen –tan apreciados, por el contrario, por las personas sordas– tenga una referencia textual que sea capaz de transmitir su programa y que sus itinerarios por las webs sean identificables.
La estandarización afecta a prácticamente todos los instrumentos que utilizan las personas con discapacidad. La inclusión promovida por las instituciones europeas desde la pasada década ha ido consiguiendo directivas que las leyes de todos los países han incorporado progresivamente a sus legislaciones nacionales. En España las normas y estandarizaciones aparecen en los reglamentos de las leyes relativas a Asuntos Sociales y a Sociedad de la Información y TIC, entre otras.
Los resultados no son escasos y no son pocos los que trascienden a otros ámbitos sociales, a las calles y a la vida diaria: muchos teclados se van haciendo más fáciles de manejar; los botones de los ascensores están marcados con dígitos y con números en braille; aumentan las señales auditivas en los transportes, los autobuses informan con voz cuál será la siguiente parada en sus recorridos urbanos y cada vez se ponen más marcas visuales que orientan a las personas con visión reducida.
Dudas tecnológicas
La aplicación de la microelectrónica en la tiflotecnología es decisiva. Algunos trabajos quedan obsoletos casi cuando se consiguen ante el avance de otras líneas de investigación. Otras veces, se trata de la falta de estándares. Una de las necesidades pendientes es conseguir líneas braille reducidas que acepten más celdas para utilizarse sobre todo con dispositivos móviles. “Tenemos un prototipo de página braille, de la Universidad Politécnica de Barcelona y el CSIC –explica José Luis Lorente–. Es tecnología española. Pero dudamos si seguir adelante ante las investigaciones sobre nanotubos”.
“El bajo coste de las licencias de algunos programas de voz de calidad también ha obligado a redirigir en otro sentido la tecnología de síntesis de voz, en la que destacaron hace años universidades españolas como la Politécnica de Madrid”, continúa explicando José Luis Lorente.
Pese a las posibilidades que ofrecen los desarrollos generales, las investigaciones que siguen trayectorias específicas no se detienen. La ONCE dota uno de sus premios bianuales con la nada despreciable cantidad de 240.000 euros, para equipos universitarios o empresas con proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas ciegas. Y mantienen estrechos contactos con las iniciativas españolas que pueden acceder a financiación de programas europeos.
Existen otros muchos dispositivos posibles tecnológicamente que mejorarían la calidad de vida de personas ciegas, pero no resultan rentables y las empresas no los fabrican. Entre ellos se encuentra la incorporación de lectores de voz a los medidores de glucosa que utilizan los diabéticos.
“Todo este tipo de aparatos han sido siempre muy caros”, recuerda el asesor del CIDAT. Y cuenta cómo los relojes parlantes llegaron por casualidad, con motivo de un regalo y luego causaron una revolución; o las gestiones que tuvieron que hacer para rebajar el precio de los euroconversores con voz a 20 euros; o los dados de juego que encargan a China para que cuesten sólo ¡10 euros!
EL APAGÓN ANALÓGICO
Desde hace años, empresas de electrónica, comunicaciones, foros y organizaciones internacionales intentan resolver el problema que el mando de la televisión digital plantea para las personas con discapacidad. La televisión de ahora, con sus cuatro o cinco canales, deja paso a 30 o 40 y a otros muchos añadidos que ofrecen numerosas posibilidades para ellas, como las audiodescripciones, las interpretaciones en lengua de signos, entre otras muchas. Pero la contradicción se encuentra en las dificultades de manejo que plantea un mando a distancia con tantísimas aplicaciones.
Un informe realizado por el “Centro español de subtitulado y audiodescripción” de la Universidad Carlos III de Madrid para Asimelec (Asociación multisectorial de empresas españolas de electrónica y comunicaciones) lo enuncia: “El problema surgido con los mandos a distancia es que, debido a su aumento de funcionalidad, el número de botones se ha incrementado y disminuido su tamaño, para evitar que el tamaño del mando fuera excesivamente grande”.
Sin embargo, el Reglamento español sobre acceso a la SI y medios de comunicación obliga a que existan receptores de TDT que cumplan los principios de accesibilidad y diseño para todos antes del inevitable apagón analógico en 2010.
BRAILLE, DOS SIGLOS DE REVOLUCIÓN
Los invidentes han tenido la suerte de que existiera Louis Braille, una persona que 200 años después de su nacimiento –se cumplen el próximo mes de enero– sigue transformando la vida de muchos de quienes viven sin vista o con dificultades visuales. Hoy su sistema de lectoescritura sigue aplicándose en todo el mundo y en todos los idiomas. El joven francés que a los 16 años había completado su método, consiguió que la carencia de visión no fuera un impedimento en la formación intelectual de quienes la padecen. Braille se basó en códigos anteriores también de percepción táctil, para hacer el suyo, un sistema lógico de puntos y espacios capaz de expresar, además, las operaciones matemáticas y el solfeo. A él le atribuyen también parte del mérito de los numerosos músicos invidentes.
Hoy los ciegos pueden disponer de otros medios que utilizan la voz para aprender, relacionarse o divertirse y el porcentaje de quienes los usan ha aumentado, en parte porque la prolongación de la vida hace que cada vez haya más personas mayores que pierden la vista. La sensibilidad táctil y también la capacidad de aprendizaje disminuyen con la edad. Pero las personas ciegas siguen apoyando el braille en su vida. Una prueba de ello es el voto con papeletas en braille que consiguió con su empeño la Associació Catalana per a la Integració del Cec en las últimas elecciones generales de marzo de 2008.
El Servicio Bibliográfico de la ONCE española, explica su director, Francisco Maldonado, ofrece entre 4.000 y 5.000 nuevos títulos al año y 100.000 reediciones de libros sonoros, grabados en cuatro pistas o en formato Daisy –en código abierto– compatible con MP3, que permite controlar la lectura mediante marcas, navegar a lo largo de la obra, y actuar con ella con grandes facilidades.
Los ciegos cuentan también con otros instrumentos para grabar formas con relieve, utilizan diagramas para conocer objetos y disponen de reproducciones de obras artísticas que completan las audiodescripciones con las que pueden entender algunas creaciones de la actualidad.
En el terreno deportivo, vuelve a ser el oído el sentido que sustituye en gran medida las necesidades de las personas ciegas. Deportes como el tiro olímpico, en el que la vista se sustituye por frecuencias acústicas que orientan al tirador mediante la intensidad del sonido que emiten las coronas de una diana sonora o las adaptaciones que utilizan en los relojes y el tablero del ajedrez, permiten su integración social gracias a la tiflotecnología.
OBLIGAR PARA AVANZAR
Hace mucho que se acabó lo de hablar de ayudar voluntariamente a los discapacitados para que puedan disfrutar de los avances sociales. Jesús Hernández, director de Accesibilidad de la ONCE, considera que sólo la normativa legal que exija el cumplimiento de estándares y de diseño universal será eficaz. Los afectados no dejan de mirar a Estados Unidos como país pionero del reconocimiento legal de la discapacidad (su Americans with Disabilities Act, ADA, cumple 18 años de vigencia) y lamentan el retraso de las leyes en España. También en informática, Estados Unidos aplica la conocida como Sección 508 (Sección 508 de la U.S. Rehabilitation Act) que obliga a las grandes marcas de software a cumplir los correspondientes criterios de accesibilidad en su país.
En Europa, la Comisión Europea lleva años haciendo propuestas y llamamientos a los estados miembro para que estimulen a los agentes que participan en ellas, administraciones públicas, industriales y profesionales, para que siempre tengan en cuenta el Diseño para todos. Con este propósito de inclusión digital cuenta con numerosos documentos y compromisos, desde la Comunicación Europa 2002, y posteriores, a la Declaración de Riga (2006) o la Iniciativa i2010, entre otras. Ésta última prevé una campaña que finalice en un gran congreso sobre inclusión digital al terminar 2008 en el que se tratará el grado de desarrollo de las tecnologías de la vida diaria y en aspectos tan variados como la domótica, el transporte, las telecomunicaciones o el urbanismo. En los últimos años, España va incorporando estos compromisos internacionales a las normas que regulan el uso de las TIC: La LSSI, de Sociedad de la Información y Comercio electrónico (2002); de Medidas de Impulso de la SI, de 2007; y del Reglamento para el acceso de las personas con discapacidad las tecnologías, productos y servicios relacionados con la SI y medios de comunicación. Y también a su legislación de accesibilidad: Las leyes de Igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal (2003); de Promoción de Autonomía Personal, conocida como Ley de dependencia (2006); de las Lenguas de signos (2007), la reciente ratificación de la Convención sobre las personas con discapacidad de la ONU (abril 2008). El hasta esta legislatura Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y el Ceapat, dependiente del Imserso, junto con el Ministerio de Industria y Comercio se han ocupado directamente de las políticas de desarrollo tecnológico. La reciente Ley de contratos ya incluye como condición para los contratos con la Administración la aplicación de criterios de accesibilidad en las condiciones técnicas de los contratos.