Prevención de riesgos laborales en una manufactura metálica
Tras la pesca y la construcción, la industria es el tercer sector con mayor siniestrabilidad laboral en la UE. En este artículo se ejemplifica un plan de prevención de riesgos laborales en una empresa dedicada al diseño y manufuctura metálica
La causa de los accidentes de trabajo es en muchos casos la desinformación y la negligencia y contra estas causas de accidentes se combate con la legislación y sus sanciones y multas. El objetivo principal ahora mismo es la PYME, empresas de 1 a 49 empleados, en la que la probabilidad de lesión del trabajador se dispara.
En la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, en sus artículos 28 y 29, se establecen las obligaciones y derechos del empresario y trabajadores para evitar los accidentes. En el caso del empresario, éste “(…) deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores, designando paraactividad preventiva ello al personal encargado de poner en práctica estas medidas y comprobando periódicamente, en su caso, su correcto funcionamiento (…)”.
“Los trabajadores deberán usar adecuadamente cualquier medio con el que se desarrolle la actividad, los medios y equipos de protección facilitados por el empresario, usar correctamente los dispositivos de seguridad existentes, informar de inmediato de cualquier situación que entrañe un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores y cooperar con el empresario para que pueda garantizar unas condiciones de trabajo que sean seguras y no entrañen riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores (…)”
A lo largo del siguiente artículo se describirá la metodología para elaborar un Proyecto de Prevención de Riesgos Laborales aplicado al caso de una empresa de 13 empleados, que se dedica al diseño y manufactura metálica. La empresa estudiada está especializada en el diseño y fabricación de carrocerías de vehículos industriales todoterreno y realiza manufacturas en acero inoxidable y aluminio utilizando para ello corte por láser, punzonado y plegado D.N.C.
Política de prevención y organización de la actividad preventiva de la empresa
La política representa el compromiso de la organización asumido por su más alto estamento ejecutivo, frente al colectivo de sus trabajadores y la sociedad, acerca de las directrices orientadas a la conservación y el desarrollo de los recursos físicos y humanos, así como a la reducción de los daños a la salud y a los bienes.
La política de la empresa estudiada fue transmitida a todos los trabajadores a través del delegado de Prevención, el cual debe ser elegido por los representantes de los trabajadores y la dirección de la empresa según el Artículo 35 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL). La política de la empresa para la que se realizó el proyecto consiste en “alcanzar un alto nivel de seguridad y salud durante el desarrollo del trabajo cumpliendo la legislación vigente en esta materia (Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y Reglamento de los Servicios de Prevención). La salud y la seguridad son responsabilidad de la dirección de la empresa con la misma importancia que la calidad y los costes. Todos los accidentes, incidentes y enfermedades laborales pueden ser evitados, por ello, la prevención incumbe a toda la organización, tanto a dirección como empleados”.
Los trabajadores, además, son consultados e informados en la organización de la actividad preventiva de la empresa, según el Artículo 33 de la LPRL. Asimismo los derechos y obligaciones de empresario y trabajador también son transmitidos a la comunidad de la empresa. En cumplimiento del deber de protección del empresario, éste debe facilitar la formación de los trabajadores en materia de prevención.
Control de riesgos
En el control de riesgos de los accidentes en la empresa es fundamental la investigación y análisis de los accidentes a la que, además se ve obligado el empresario según el Artículo 16, apartado 3 de la LPRL. La investigación debe extenderse a todos los accidentes, incluidos aquellos accidentes sin lesión, denominados incidentes. Los tipos de investigación son dos básicamente, investigación en línea que realiza la dirección aunque debería ser asesorado por especialistas y la investigación especializada realizada por el técnico de Prevención especializado en alguna de las tres áreas que marca la LPRL: Higiene Industrial, Seguridad y Salud en el Trabajo o Ergonomía y Psicosociología Aplicada. Además de investigar accidentes debe existir un soporte documental de los accidentes investigados, por el Artículo 23 de la LPRL. Los documentos que se deben cumplimentar pueden recogerse en el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo o en las Delegaciones de Trabajo y son documentos tales como Parte por enfermedad profesional, Parte de accidente de trabajo.
Además de investigar los accidentes hay que hacer inspecciones, y registrar los resultados, de partes críticas de equipos, instalaciones generales, de servicio, contra incendios, máquinas y EPIs (Equipos de Protección Individual).
Otra de las secciones en el capítulo de Control de Riesgos es el Registro de las observaciones de trabajo, es necesario registrar documentalmente de la forma más concisa posible el conjunto de datos e información encaminados a la adopción de mejoras en las prácticas de trabajo, y que a su vez permitan el desarrollo de una serie de acciones de seguimiento y control de la propia actividad preventiva. El formulario para el registro de las observaciones planeadas, que también es oficial, permite registrar los siguientes tipos de informaciones: datos de identificación, descripción de la tarea, condiciones de trabajo de la tarea, verificación de estándares asociados a la tarea y mejoras acordadas y control de las mismas.
Lo último a tener en cuenta es la vigilancia de la salud de los trabajadores, dicha vigilancia consiste en la recogida sistemática y continua de datos acerca de un problema específico de salud; su análisis, interpretación y utilización en la planificación, implementación y evaluación de programas de salud ayuda a identificar los problemas, en dos dimensiones, la individual (detección precoz, trabajadores susceptibles, adaptación de la tarea) y la colectiva (diagnóstico de situación y detección de nuevos riesgos); ayuda también a planificar la acción preventiva y evaluar las medidas preventivas.
Evaluación de riesgos
El primer paso en el capítulo del Proyecto de la Evaluación de Riesgos es describir y conocer la empresa a fondo. La empresa estudiada está ubicada en una finca de 6.000 m2, ocupando una superficie de 1.400 m2, posee 2 oficinas, 1 almacén, vestuarios, aseos, zona de trabajo con láser (en la que se incluyen 2 máquinas de corte por láser), zona de plegado (en la que se encuentran dos máquinas plegadoras), zona de cortado (se incluyen taladro vertical y cizalla guillotina), zona de punzonado (donde se encuentra una máquina punzonadora), zona de esmerilado y zona de soldadura.
En principio se realizó un check-list, es decir, realizar un cuestionario con preguntas sencillas y cortas de respuesta si/no. El check-list puede realizarse de diferentes puntos de la empresa, como los lugares de trabajo, escaleras, iluminación, climatización, limpieza e higine, ruido, etc. Ejemplo de preguntas del cuestionario son algunas como: ¿la iluminación general es adecuada?, ¿hay 25 lux en vías de circulación ocasional?… siempre del ámbito más general a lo más particular.
En la evaluación de riesgos se debe tener en cuenta dos factores, la potencial severidad del daño (consecuencias) y la probabilidad de que ocurra el hecho.
Para determinar la potencial severidad del daño, debe considerarse las partes del cuerpo que se verán afectadas y la naturaleza del daño, graduándolo desde ligeramente dañino a extremadamente dañino. Ejemplos de ligeramente dañino son daños superficiales como cortes y magulladuras pequeñas, irritación de los ojos, etc. Ejemplos de dañino son laceraciones, quemaduras, conmociones, torceduras importantes, fracturas menores, sordera, dermatitis, asma, trastornos músculo-esqueléticos o enfermedades que conducen a una incapacidad menor. Y ejemplos de extremadamente dañino son amputaciones, fracturas mayores, intoxicaciones, lesiones múltiples, lesiones fatales, así como cáncer y otras enfermedades crónicas que acorten severamente la vida.
La probabilidad de que ocurra el daño se puede graduar, desde baja hasta alta, según el siguiente criterio: probabilidad alta, por la que el daño ocurrirá siempre o casi siempre; probabilidad media, el daño ocurrirá en algunas ocasiones y probabilidad baja, el daño ocurrirá raras veces.
Según la probabilidad del daño y las consecuencias de éste se obtienen los niveles de riesgo en el puesto de trabajo, como se puede resumir en la tabla 1.
Los niveles de riesgo indicados en la tabla 1, forman la base para decidir si se requiere mejorar los controles existentes o implantar unos nuevos, así como la temporización de las acciones.
En la tabla 2 se muestra un criterio sugerido como punto de partida para la toma de decisión. La tabla 2 también indica que los esfuerzos precisos para el control de los riesgos y la urgencia con la que deben adoptarse las medidas de control deben ser proporcionales al riesgo.
La evaluación de riesgos puede ser de dos tipos, general y específica para cada puesto de trabajo. Además de la evaluación del nivel de riesgo de cada puesto de trabajo, según la tabla 1, debe estimarse la posibilidad de que ocurra un accidente o enfermedad, representadas por un código, de las recogidas en la tabla 3.
El siguiente paso es elaborar las tablas de evaluación de riesgos, general y específica para cada puesto de trabajo, tal y como se ve en las figuras 1 y 2 en las que se evalúa el taller en general, incluyendo todos los puestos de trabajo.
El último paso en el capítulo de la evaluación de riesgos es elaborar las fichas de seguridad de cada puesto de trabajo (figura 3) especificando la ropa de protección a utilizar en dicho puesto, los riesgos que se pueden presentar aunque no hace falta que lleve ningún código como el de la tabla 3. Además deben exponerse cerca del puesto las señales de obligación, prohibición y advertencia. Se puede asimismo incluir una foto del puesto de trabajo.
Plan de emergencia
El plan de emergencia y evacuación tiene por objeto conseguir que cualquier incidente que pueda afectar a nuestras instalaciones tenga una incidencia mínima o nula sobre: las personas, las propias instalaciones o la continuidad de las actividades.
Para lograr el objetivo debe lograrse la coordinación en tiempo y lugar de las personas afectadas y de los medios existentes, de tal forma que se usen eficazmente para lograr la limitación de daños.
Cada trabajador deberá recibir una copia del Plan de Emergencia y en éste se deben incluir las actuaciones y los números de teléfono necesarios en caso de emergencia y un manual de primeros auxilios.
Existen varios tipos de emergencia y diferentes actuaciones en su cada caso, que están contemplados en el Plan de Emergencia. Las clases de emergencia más importante son de incendio y médica. Para cualquier otro tipo de emergencia, como amenaza de bomba u otras, siempre se debe tener una lista con los números de teléfono más importantes, como bomberos, policía, guardia civil, hospital más cercano, ambulancias, Cruz Roja, etc. La lista con los teléfonos debe estar al lado de éstos y en los vestuarios.
Ante una emergencia médica se procederá como se describe a continuación:
Avisar al servicio médico (teléfonos 061 o 112).
Proteger a la víctima verificando si tiene pulso y respiración.
En caso de que la víctima tenga pulso y respiración, no intervenir e impedir que otros lo hagan.
En caso de no tener pulso, practicar la reanimación cardiaca; en caso de no existir respiración se realizará la respiración asistida (boca a boca), y en el caso de no existir pulso ni respiración se combina la respiración asistida (boca a boca) y la reanimación cardiaca.
En el caso de emergencia ante incendio, la actuación contiene los pasos indicados en la tabla 4.
Manual del trabajador
En el anterior capítulo o uno aparte puede incorporarse otro denominado “Manual del trabajador” en el que se incluyen instrucciones para el empleado en cuanto diferentes puntos como: manejo manual de cargas, orden y limpieza en los locales, incendios, riesgo eléctrico, manejo de máquinas, herramientas y productos químicos, mantenimiento de instalaciones y señalización.
Cada apartado llevará una serie de órdenes para evitar en la medida de lo posible los accidentes. Dicha serie de instrucciones será breve, clara y concisa, con frases cortas para facilitar el entendimiento y evitar erróneas interpretaciones.
Además, pueden incluirse en el Manual del Trabajador secciones dedicadas a la vigilancia de la salud de éste, estrés, las actuaciones en caso de accidente e incendio, manejo de equipos de protección individual y reproducciones de carteles informativos normalizados que se adquieren en las Delegaciones Provinciales.
Estos últimos apartados deben apoyarse en los artículos correspondientes de la LPRL y el conjunto del Manual deberá redactarse con los representantes de los trabajadores y los delegados de prevención de la empresa.