Organización de la exposición «De Gaudí a Tàpies» en el Museo de Bellas Artes

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Para conmemorar el sesquicentenario de los estudios que fueron el germen de la Ingeniería Técnica Industrial en Andalucía, el Colegio de Sevilla ha iniciado un ciclo de actos conmemorativos de destacada relevancia social, cultural y técnica. El primero de ellos no es otro que esta magnífica muestra de obras nacidas del espíritu innovador de creadores plásticos del arte contemporáneo, destacando sobre todos ellos la figura del genial arquitecto universal Antonio Gaudí i Cornet (1852-1926), pero en la que también se exhiben obras de genios natos en tierras andaluzas, como es el caso del inmortal pintor malagueño Pablo Ruiz Picasso.

Celebra el Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales de Sevilla el sesquicentenario de las enseñanzas técnicas industriales en nuestra ciudad. Y con nosotros, la sociedad sevillana conmemora no sólo más de un centenar de años de vida académica de la ingeniería y la técnica, sino el nacimiento y consolidación del progreso técnico y la revolución industrial.

Esta celebración coincide cronológicamente con el nacimiento del genial arquitecto de origen catalán, pero de reconocimiento universal, Antonio Gaudí i Cornet, verdadero revolucionario e innovador del modernismo catalán, cuya capacidad para romper moldes fue más allá del mundo arquitectónico alcanzando cotas magistrales en ámbitos directamente vinculados a la ingeniería y el diseño en su máxima expresión.

Vinculando ambas efemérides, nuestra Corporación ha organizado una exposición ambiciosa y genial que, bajo el título «De Gaudí a Tàpies», ha expuesto en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, una síntesis muy representativa de obras nacidas del espíritu creador de destacados artistas vinculados al modernismo catalán.

Pero ¿qué tienen en común nuestros 150 años de historia académica con Gaudí? Aparentemente nada, pero si arañamos un poco la superficie apreciamos paralelismos importantes y significativos. No en vano, el modernismo catalán nace en un contexto socio-económico y cultural que propició la revolución industrial española. La situación social imperante, el fuerte desarrollo económico y urbanístico, la necesidad de vincularse a las corrientes más vanguardistas procedentes de Europa…, sirvieron como caldo de cultivo a la fantasía e imaginación desbordante que comenzaba a emerger tanto en la arquitectura como en la ingeniería. Por vez primera, la industria impuso al arte necesidades estéticas y funcionales que tan sólo la técnica supo aportar, de ahí que la arquitectura de la época no pueda prescindir de la industria y el progreso técnico. Esta revolución industrial trajo consigo un lenguaje propio al que el arte de Gaudí, en sus diversas acepciones: arquitectura, ingeniería, urbanismo, mobiliario…, no pudo abstraerse, más bien todo lo contrario. Su producción artística se hizo extensiva del campo arquitectónico al diseño de mobiliario, a la confección de rejas de primoroso hierro forjado, a piezas de ingeniería novedosas y originales, a fantasiosas y coloristas vidrieras, etc., aportando en todos sus trabajos audaces y arriesgadas soluciones técnicas con alardes de genialidad propias de la ingeniería contemporánea. A ello se añaden datos de la vida particular del arquitecto que nos hacen ver ciertos paralelismos con nuestra profesión. No olvidemos sus orígenes en el seno de una familia de caldereros o sus incipientes trabajos como delineante y proyectista.

Por tanto, hacer coincidir una exposición sobre Gaudí con nuestra celebración de los 150º años de historia de los estudios de ingeniería técnica industrial en la ciudad hispalense no es aleatoria, más bien casi parece obligada.

Asimismo, el escenario escogido para celebrar esta efeméride, el Museo de Bellas Artes (frente a la sede colegial), goza de argumentos sobrados para ser la ubicación ideal. Además de vínculos de vecindad, el antiguo Convento de la Merced está estrechamente unido a la historia de la profesión dado que, desde fines del s. XIX y hasta el año 1927, el Museo acogió la Escuela Superior de Artes e Industria y Bellas Artes, germen y cuna académica de los primeros Peritos sevillanos.

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