Hasta hace poco tiempo se creía que la corona, por ser la capa más externa del Sol, debía ser la más fría. Sin embargo la lógica no se ha cumplido, según se publicó recientemente en la revista Nature. Los investigadores que lo firman, entre ellos Manuel Collado, del Instituto de Astrofísica de Canarias, dicen que tras medir el campo magnético de los arcos, bucles o lazos solares han comprobado que su temperatura aumenta conforme a su distancia a la corona. Lo importante de este hallazgo es que con la técnica empleada en su estudio se abre la puerta que permitirá estudiar los mecanismos mediante los cuales estas capas externas se calientan como consecuencia de las corrientes inducidas por el campo magnético.
