En la mayoría de los casos, el deterioro en las estructuras de hormigón armado se debe a la penetración de cloruros, agua o dióxido de carbono de la atmósfera. Esto provoca una variación del pH y, por tanto, la corrosión de las estructuras de acero inoxidable, así como la reducción de la vida útil del hormigón. Asunción Bautista, investigadora del Departamento de Ciencia e Ingeniería de los Materiales e Ingeniería Química de la UC3M, afirma que el uso del acero inoxidable dúplex en las construcciones puede evitar la corrosión. La implementación de refuerzos de este tipo de aceros en las zonas críticas de una edificación garantizaría la vida útil de las mismas en los ambientes marinos, donde las concentraciones de cloruros son más elevadas.
