Los ministros de Competitividad de la UE apuntan que es necesario un aumento de la inversión en investigación. En 2005, los socios comunitarios reconocieron el incumplimiento de los objetivos que se habían fijado en la estrategia de Lisboa y decidieron el “relanzamiento total” de esta estrategia, volviendo a centrar las prioridades en el crecimiento y el empleo. Los Veinticinco se comprometieron a diseñar planes nacionales para ejecutar dichas reformas. En el último Consejo Europeo, celebrado en Bruselas a finales de marzo, se constató la necesidad de acelerar la marcha de las reformas: más productividad laboral y más gasto en investigación y desarrollo, en universidades y tecnología fue la receta apuntada.
