Los ingenieros técnicos industriales renuevan su compromiso con la sociedad ante el ministro de Industria
un ingeniero en cada pyme industrial.
«La competitividad de un país depende, en gran medida, de la de sus profesionales, y por ello, además de ofrecer los ingenieros mejor preparados, necesitamos un entorno que fomente una competencia sana y basada en los principios de excelencia, calidad y garantía profesional». Con este mensaje, José Antonio Galdón se dirigió al numeroso público asistente al acto institucional del Cogiti.
Reindustrializar el país
Durante sus intervenciones, ambos expresaron su objetivo compartido de aumentar el peso del sector industrial en el conjunto de la economía española y contribuir, por tanto, al necesario proceso de reindustrialización. El ministro trasladó un «mensaje de ánimo, estímulo y aliento para que persistan desde la ingeniería técnica industrial en su contribución al desarrollo de la industria, a través del trabajo de sus profesionales».
«Nuestra principal función es el servicio a la sociedad, a través del trabajo de los profesionales, que aporten la competitividad que nuestra sociedad en su conjunto requiere», destacó el presidente del Cogiti. Este mensaje fue refrendado por el ministro al indicar: «no cabe duda de que el talento y la dotación del capital humano, en definitiva, contribuye a que esta sociedad sea mejor y más competitiva. Se trata no solo de disponer de buenos profesionales, sino también de buenas empresas, así como de un marco y un entorno económico e industrial adecuado». Y recordó que en España, en los últimos 12 años, el peso del valor añadido bruto industrial ha ido cayendo, en paralelo a un considerable aumento del peso del sector servicios y, en especial, del sector turístico. Algo similar sucede en el resto de Europa (a excepción de Alemania), donde la industria ha ido perdiendo peso paulatinamente.
«Al final, el no tener un sector industrial potente en la economía de un país hace que se innove menos, que haya menos empleo estable, que las exportaciones sean menores y, en definitiva, que esa economía vaya peor», destacó el Ministro.
Por su parte, el presidente del Cogiti señaló que la ingeniería técnica industrial de España ha pasado de ser la cuarta profesión más demandada a la segunda: «aquí tenemos un claro indicativo de la evolución positiva de nuestra economía. Sin embargo, sigue sin ser suficiente para satisfacer las demandas laborales de nuestros ingenieros».
En relación con el Programa de Movilidad Internacional puesto en marcha por el Cogiti, José Antonio Galdón destacó que las empresas españolas necesitan ingenieros y que los ingenieros necesitan una oportunidad, ya sea en España o en el extranjero. «Con este programa, no pretendemos facilitarles el camino para que se marchen sin más; eso no sería muy acertado, y por ello se crea de forma paralela un plan de retorno, consistente en mantenerles informados de las nuevas oportunidades que vayan surgiendo en nuestro país, por lo que nos toca trabajar para que estas sean cada vez más y mejores, y lleven consigo el regreso de nuestro capital humano».
‘Una pyme industrial, un ingeniero’
José Antonio Galdón también habló sobre la importancia de incentivar la contratación de ingenieros en las pequeñas y medianas empresas industriales, con el lema una pyme industrial, un ingeniero. Según los datos del Ministerio, de las 205.682 empresas industriales españolas, el 99,6% son pymes, de las que el 37,6% son microempresas sin asalariados; el 48% son microempresas de 1 a 9 empleados; el 11,8%, pequeñas de 10 a 49 empleados; medianas, el 2,2% de 50 a 249, y solo el 0,4% tienen más de 250 empleados.
«Las microempresas y las pequeñas de 1 a 49 empleados tienen un problema fundamental para su crecimiento, y es la falta de competitividad, derivada del difícil acceso a la innovación y desarrollo de producto, organización, planificación, producción, etc., y ahí es donde se hace primordial la función de los ingenieros, que son los que pueden trasladar de forma directa el potencial que necesitan las empresas para desarrollarse, crecer e innovar, y es aquí donde pedimos que se adopten las medidas necesarias que faciliten la contratación de ingenieros en las pequeñas industrias españolas», expresó el presidente.
Galdón se refirió también al ámbito universitario y lanzó una reivindicación: «España ha evolucionado al realizar la integración académica en el espacio europeo de educación superior, algo que sin duda facilita la movilidad en el ámbito mundial, pero que contrasta con el modelo que subsiste en nuestro país desde el siglo XIX en algunas profesiones. No es entendible que dos siglos después, y en el concepto de globalización en el que estamos inmersos, sigan existiendo dos niveles profesionales, algo que, por otra parte, resulta casi inédito en el ámbito mundial, como tampoco lo es, la enorme segmentación profesional basada, única y exclusivamente en el concepto de uso y no en la capacitación técnica o competencia profesional».
En este sentido, señaló que ha llegado el momento «de dar ese salto de modernidad, que elimine esas barreras que nos hacen ser menos competitivos que el resto de ingenieros a nivel europeo y mundial y que sin menoscabar ni uno solo de los derechos adquiridos por los actuales profesionales, podamos confluir hacia los modelos mayoritariamente implantados de habilitación profesional por los colegios profesionales».
Entre los invitados al acto, se encontraban diputados nacionales (Vicente Martínez-Pujalte, Teodoro García, Arsenio Pacheco y M. Ascensión Carreño); magistradas del Consejo General del Poder Judicial; el presidente de Unión Profesional y del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer; presidentes de colegios profesionales de ámbito nacional; presidentes y directores generales de destacadas empresas y entidades (Confemetal, Cofides, Tecniberia, Apcas, Fundación Fuego, Apici, Marsh, Adartia, Bera, Caja de Ingenieros, Wolters Kluwer, Oficina Comercial de la Embajada de Austria, etc.), representantes del ámbito universitario (Universidad Politécnica de Madrid, Asociación Estatal de Alumnos), y del Ministerio de Industria, el director general de Industria de la Región de Murcia, Alfonso Ramón García López, así como los decanos de los colegios de ingenieros técnicos industriales, entre otros.