Letras para un emprendedor

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Emprender es la palabra de moda. Hay muchos microemprendedores, pero sin más pretensión que el autoempleo, y eso no es una empresa, opinan los especialistas. Respecto a la necesidad de incrementar el tamaño de la empresa como palanca de competitividad, el director general de EOI- Escuela de negocios, Fernando Bayón, resalta la importancia de cambiar la forma de nuestro tejido empresarial: “Debemos dar volumen a nuestras pequeñas y medianas empresas, para que esta incertidumbre en la que vivimos no provoque que su futuro sea negro”. “En España hay muchas pequeñas empresas que real-mente no son empresas, sino negocios, y así se consideran. Hace falta más formación al empresario y vías para fortalecer estas pequeñas empresas, para que puedan tener un crecimiento exponencial”, añade.

La incertidumbre y la inseguridad son las compañeras que van en todo momento con un emprendedor. Además de una buena idea, factores como los que impone un mercado tal vez tengan la última palabra.

Según las estadísticas, el 90% de las iniciativas empresariales fracasan a los cuatro años de andadura y solo el 3% de los manuales de empresa explican las causas. De aquí la importante aportación de Trías de Bes, coautor de La buena suerte, que se ocupa en El libro negro del emprendedor. No digas que nunca te lo advirtieron de identificar cuáles son los factores clave para determinar el fracaso y extrae los rasgos básicos que debe reunir un emprendedor como son la motivación y el talento para ver algo especial en una idea. Según Trías de Bes, ser emprendedor constituye una postura vital. Motivación y talento deben ir de la mano.

“La incertidumbre y La inseguridad son Las compañeras que van en todo momento con un emprendedor. además de una buena idea, factores como Los que impone un mercado taL vez tengan La úLtima paLabra”

El título puede llevar a engaño, ya que el libro no quiere desalentar a nadie, sino invitar a una reflexión. Para esta reflexión las editoriales han encontrado un filón en la publicación de las mil y una teorías de los couches, otra palabra muy de moda. En el arte de empezar, un best seller de Guy Kawasaki se afirma que “emprendedor es un estado mental, no un puesto de trabajo”. En él se desgranan los consejos y las herramientas para llevar a cabo un proyecto. Por supuesto, todas las áreas de trabajo tienen su manual. Para conseguir el éxito, en El manual del emprendedor, de Steve Blank y Bob Dorf, se ofrece una guía paso a paso para crear una gran empresa.

El control mental se convierte también en una nueva piedra filosofal para afrontar los cambios. La tendencia natural es resistirse a él y mantenernos en la zona de confort que nos ofrecen la rutina, los hábitos y las costumbres. La mayoría de las veces solo se aceptan los cambios cuando nos vienen impuestos.


Los psicólogos hablan de dos mecanismos distintos en nuestro cerebro a la hora de adoptar decisiones: el racional y el emocional. El primero parte de una actitud reflexiva, racional, mientras que el segundo es impulsivo e intuitivo. El racional se opone con firmeza a cualquier cambio en la rutina mientras que el segundo aguarda, consciente o inconscientemente, cambios y nuevos retos.

Los hermanos psicólogos Chip y Dan Heath, explican en Cambiar el chip cómo servirse de ambos productos cerebrales. Con un estilo ameno en sus argumentaciones, los autores nos resumen décadas de investigación en psicología, sociología y otras disciplinas científicas para explicar cómo se puede efectuar un cambio transformador en la vida. En su libro Decídete vuelven a argumentar cómo tomar mejores decisiones en el momento oportuno. La investigación psicológica, según los autores, ha revelado que nuestras decisiones se distorsionan por sesgos e irracionalidades: tenemos una confianza desmedida en nosotros mismos y buscamos información que nos respalde y restamos importancia a la que no lo hace. Cuando elegimos, nuestros cerebros son nuestro peor enemigo. Lamentablemente, limitarse a ser consciente de estos defectos no soluciona el problema, de igual modo que saber que somos miopes no nos ayuda a ver, enfatizan.

El error y el fracaso son las bestias negras de un emprendedor. Es habitual oír la frase “hay que aprender de los errores”. En la mayoría de los casos es solo una frase, pero los cambios tecnológicos y un futuro incierto pueden llevar a que el error y el fracaso sean cada vez más habituales. Por ello, la forma de abordar el éxito y el fracaso es clave. Para este tema también existe su best seller. En Pensamiento. Caja negra, de Matheu Syed se reflexiona sobre los factores que convierten a las personas, organizaciones y, finalmente, países en ganadores o perdedores. Se centra en la necesidad de redefinir el fracaso para enfocarlo de manera diferente, aceptándolo y animando a innovar y a pro-bar además de teorizar.

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