La industria española debe continuar por el camino de la digitalización

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Pascual Dedios-Pleite

Nadie duda de que la industria debe ser el motor esencial de la recuperación económica en España. Aunque solo representa el 13% y en Alemania llega a alcanzar el 20%, tenemos que aprovechar nuestro liderazgo en sectores como automoción, aeronáutica, alimentación, renovables e industria química para aumentar la competitividad.

Es un reto que ya cumplen en España las empresas con un mayor nivel de digitalización industrial, pero que debe continuar calando en el resto de su tejido empresarial. Ejemplos como Gestamp, ITP y el grupo VW entre otras grandes multinacionales, marcan la pauta del camino que seguir durante los próximos años.

La nueva revolución industrial, el camino hacia la industria 4.0, es clave para diferenciarse en un mercado global cada vez más competitivo, sobre todo en y con aquellos países con los que no se puede competir en costes de mano de obra. El mundo real y el virtual tienden a converger y ya no es suficiente disponer solo de plantas automatizadas en las que el diseño de tecnología o productos no está directamente unido con la ingeniería de las fábricas.

En este escenario, Internet es una realidad que nos facilita adentrarnos en el mundo digital en la industria. Hoy en día los consumidores ya podemos decidir con un clic de ratón qué producto compramos, cómo lo queremos y quién va a ser nuestro proveedor.

Productos diferenciados

Industria 4.0 permitirá fabricar productos personalizados en serie, diferenciados y personalizados, mucho más deprisa. Es la era del time to market. Quien fabrique de manera más rápida y eficiente tendrá gran parte de su éxito asegurado.

Apostar por la digitalización industrial y las nuevas tecnologías no es una oportunidad, es una necesidad. Supone que nuestras plantas de producción puedan elevar su productividad un 20%, mejoren sus eficiencias y que el empleo crezca y cada vez sea más cualificado. Hay que evitar que la mayoría de los puestos de trabajo cualificados en un mundo globalizado se creen fuera de Europa.

“Es la era del ‘time to market’. Quien fabrique de manera más rápida y eficiente tendrá gran parte de su éxito asegurado”

Para alcanzar esa cualificación, debe ser la Universidad y la formación profesional, responsables de que se moldee a los técnicos y empleados del futuro, los que adquieran mayor relevancia en los próximos años. De no ser así, la situación lastrará el rendimiento y progresión de las compañías industriales españolas. Los planes de enseñanza tienen que estar adaptados a las necesidades de la industria y no se debería delegar la formación en digitalización industrial a las propias empresas. Esa no es su responsabilidad.

Las cifras del nuevo mercado laboral que se avecina no engañan. Una macroencuesta realizada por el Instituto para la Sociedad y las Comunicaciones en varios países europeos mostraba que gran parte de los 900.000 empleos que se crearon en 2015 procedieron del mundo digital. Se espera que el mercado de la digitalización industrial crezca entre el 7% y el 9% durante los próximos años y Siemens ya está posicionada en la dirección correcta. Aquellas compañías industriales que se muestren ajenas a esta corriente perderán para siempre el tren de la competitividad.

17.000 ingenieros digitales

Siemens puede presumir de ser la primera compañía europea con una división industrial centrada en la Fabrica digital, y de haber invertido en los 10 últimos años más de 4.000 millones de euros en la adquisición de compañías de software y tecnología así como de contar con más de 17.000 ingenieros especializados en digitalización en todo el mundo que participan en los desarrollos de hardware y software industrial que soportan la tecnología requerida en la Fábrica digital.

La digitalización industrial requerirá al mismo tiempo, preservar no solo los sistemas más críticos, si no el conjunto de actores que participan en una industria, desde el diseño hasta la producción, para evitar ‘ataques digitales’. La ciberseguridad cobra cada vez mayor protagonismo, protegiendo la propiedad intelectual, la productividad, la merma de la calidad de la producción o, incluso, un irreparable desastre medioambiental.

Para evitarlo, los sistemas y tecnologías que hoy producimos en Siemens, se realizan con el objetivo de que se integren en la Industria 4.0 y están cualificados y homologados para operar en plataformas ciberseguras.

Pero la garantía de éxito de la digitalización industrial en España también debe estar basada en una política industrial común que vaya mucho más allá del calendario electoral. El ejemplo de países como Francia y Alemania debe servir para que España trace un plan industrial para alcanzar el objetivo común de la excelencia con la Industria 4.0.

Pascual Dedios-Pleite es CEO de Siemens Industry para España y Portugal.

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