José Vicente González Pérez

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«Necesitamos todo nuestro talento para revertir los datos del paro y evitar más fuga de cerebros»

José Vicente González Pérez (Valencia, 1946), perito industrial y con un máster en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Valencia, es presidente de GH Elecrotermia y GH Group, empresa fundada en 1961 y dedicada a la fabricación de equipos de calentamiento por inducción. También preside los consejos de administración de las empresas del Grupo GH en Alemania, Francia, Brasil, México, India, EE UU y China. En julio de 2011 fue elegido presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval) y, además, es vicepresidente de la CEOE y miembro de su comité ejecutivo y junta directiva. Asimismo, ha presidido la comisión de RSE (Responsabilidad Social Empresarial) de la CEOE y, en estos momentos, ocupa la presidencia de la Comisión de la Unión Europea de la organización nacional, entre otros numerosos cargos que tiene en el ámbito universitario y empresarial.

¿Cómo valora la evolución que ha experimentado la ingeniería desde sus comienzos profesionales hasta la actualidad?

La aportación de la ingeniería a nuestra sociedad ha sido inmensa. Es el sector profesional más creativo e innovador por excelencia porque está en constante evolución y aprendizaje. La ingeniería tiene un impacto determinante en el mundo de la empresa. Busca la excelencia, la calidad, la productividad, la rentabilidad de los sistemas y la implantación de I+D+i. Su origen se remonta a las primeras máquinas del hombre y su futuro no tiene límite; hoy sería «ciencia ficción»… Es el sector que más bienestar social aporta. Aunque los primeros centros de enseñanza de ingeniería industrial datan del siglo XIX, actualmente podríamos decir que la ingeniería industrial es la más generalista de las ingenierías y que el ingeniero debe estar capacitado para adaptarse a cualquier sector empresarial: debe saber dónde encontrar la solución y cómo aplicarla al problema que se le presente. Es un campo interdisciplinar con aplicaciones industriales muy variadas.

«Necesitamos una industria moderna, innovadora e internacional. Sin una industria potente no hay un país de primera fila. Los países más desarrollados tienen una industria poderosa»

¿Cuáles piensa que son las necesidades actuales de los ingenieros que se han formado para dedicarse al ámbito industrial?

Creo que lo más importante ahora es crear empleo y que ese empleo sea estable y de calidad. En la Comunidad Valenciana llevamos meses con tasas de crecimiento moderadas, pero positivas, lo que indica una mejoría objetiva de nuestra economía. Sin embargo, para que la recuperación sea completa queda pendiente crear empleo y, para ello, es preciso que las distintas Administraciones favorezcan el dinamismo de las empresas y sienten las bases de un nuevo modelo productivo: mejorar nuestro sistema de financiación autonómica y establecer medidas estables que favorezcan la competitividad del sector industrial son pilares básicos sobre los que todos debemos trabajar. Necesitamos todo nuestro talento para revertir los datos del paro y evitar más fuga de cerebros. Debemos recuperar a nuestros ingenieros, (formados en España, pero que aportan valor en empresas extranjeras), para conseguir una industria intensiva en conocimiento, capaz de generar empleo, con capital humano cualificado, fundamental para crecer en innovación, el espíritu emprendedor y la apertura al exterior.

¿Qué opina de la situación en la que se encuentra la industria, tanto la nacional como la internacional?

La producción industrial en España supera a la de otros sectores pero es preciso incrementarla. En España logró el año pasado su primer crecimiento desde 2010, con un avance del 1,1% según el INE, aunque queda mucho camino aun por recorrer (descendió el 0,3% en marzo en la eurozona pero en España avanzó el 3,5% en términos interanuales). Y en ese camino, conviene recordar que por cada 100 empleos generados en la industria, se crean entre 60 y 200 inducidos a su alrededor. Necesitamos una industria moderna, innovadora e internacional. Sin una industria potente no hay un país de primera fila. Los países más desarrollados tienen una industria poderosa. Véase EE UU, Japón, Alemania, Francia, Italia, etc. Nuestra industria tiene que llegar al 20% en el PIB valenciano en el año 2020. El famoso 20/20. Y para conseguir este ambicioso objetivo es preciso adaptar nuestra estrategia de política industrial a las nuevas perspectivas y alinearla con la programación de los fondos estructurales de la Unión Europea 2014-2020. Existen recursos europeos y a través de la EPI vamos a optar a ellos.

¿Y su punto de vista sobre la posición de los ingenieros técnicos industriales o graduados en ingeniería de la rama industrial en este sector?

Los ingenieros técnicos industriales en España son universitarios con variadísimas capacidades en el mundo de la empresa, herederos de los peritos industriales y con atribuciones plenas e ilimitadas dentro de su especialidad. Personalmente, considero que es un colectivo profesional imprescindible, una fuerza laboral insustituible en la electrónica, el diseño, la química, el textil, la mecánica… Creo que es un grupo al que le debemos mucho, como miembros de esta sociedad.

¿Se podría decir que el empleo en el ámbito industrial es de «mayor calidad» que en otros sectores?

Por supuesto. Si existe un sector estratégico para generar empleo estable y fortalecer nuestra economía con solidez, es la industria, que se configura como la protagonista del nuevo modelo productivo de futuro y desempeña un papel fundamental en la recuperación económica. Los empleos en el sector industrial requieren una mayor formación, no son fácilmente sustituibles pero aportan mayor valor a la actividad económica… Hay mucho por hacer y un largo camino por recorrer. Nuestras empresas son capaces de crear empleo. Ya estamos haciéndolo. El paro en España ha disminuido en el primer trimestre en 13.100 personas y en la Comunidad Valenciana, en los últimos 12 meses, el paro se ha visto reducido en 94.300 personas, lo que supone un -13,81%, según la EPA.

Según los datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en España existen cerca de 206.000 empresas industriales, de las que el 99,6% son pymes. Debido a esta circunstancia, la competitividad de las pymes es determinante. ¿En qué pilares pueden basar su competitividad?

El tamaño limita la posibilidad de incrementar nuestra productividad (inferior a nuestro vecinos europeos), agrava la posibilidad de invertir en I+D+i (tenemos baja inversión y, además, poco eficiente) y condiciona la internacionalización, entre otras muchas cosas. En nuestro país existe una desmotivación empresarial al crecimiento que hay que buscarla en diferentes motivos: legislativos (laborales), fiscales, de representación sindical, de incremento de burocracia. Y a pesar de la reforma laboral, aún pesa con fuerza la rigidez del mercado de trabajo. Incrementar el tamaño de nuestras empresas es uno de nuestros principales problemas estructurales, en un momento en el que Europa ha retomado la bandera de la necesidad de reindustrializar nuestro tejido productivo. Solo el 17% de las empresas industriales españolas tiene 10 o más trabajadores, frente al 44% de Suiza y el 38% de Alemania, según datos de Eurostat. Es preciso incrementar el tamaño de las empresas hasta conseguir una dimensión adecuada a su mercado, incrementar la inversión en I+D+i y adaptar la formación profesional de nuestros trabajadores, ya que hemos desechado oficios, olvidando a veces la demanda. Además, hay que abaratar el precio de la energía y simplificar y mejorar el acceso a las materias primas.

¿Cuáles son las claves del éxito para que una empresa funcione?

El tamaño adecuado y la inversión en innovación e investigación son los pilares básicos. Por ello, se han convertido en los asuntos troncales en la estrategia para el cambio del modelo productivo, con nuevas medidas de I+D+i empresarial, y con más y mejores opciones para el acceso a financiación nacional e internacional y la transferencia tecnológica. Es necesario promover la cultura innovadora entre el tejido empresarial e introducir la I+D+i en todos los sectores porque las empresas que invierten hoy en I+D+i son las que crearán empleo mañana. La innovación, a la larga, permite reducir costes, aumentar los beneficios y es una buena estrategia de diferenciación respecto a la competencia que permite incrementar la cuota de mercado y reforzar la situación estratégica en mercados más globales y con mayores oportunidades de negocio. Es necesario que las Administraciones asuman también este reto.

¿Qué retos se plantean ahora para la pymes españolas?

El reto es recuperar el peso de la Industria en el PIB y para conseguir este ambicioso objetivo es preciso adaptar nuestra política industrial a las nuevas perspectivas y alinearla con los fondos estructurales de la Unión Europea 2014-2020. Hay que apostar por una mayor convivencia entre las asociaciones empresariales, administraciones públicas, centros tecnológicos y los organismos capaces de generar I+D+i, especialmente las Universidades. La Innovación, la internacionalización, mejorar el tamaño de las empresas, la formación y las oportunidades para los jóvenes, es el guión que se ha de seguir y para conseguirlo no existe una receta única. Es necesario establecer políticas que favorezcan la competitividad de la industria, con independencia del partido que esté en el Gobierno y con un marco regulatorio estable: luchar contra el intrusismo, simplificar los procedimientos administrativos, coordinar las autonomías, cumplir los mecanismos de control y evitar exigencias superiores a las de las directivas comunitarias. También es urgente garantizar unos precios competitivos de la energía, revisar el sistema de apoyo a las renovables, apoyar a la cogeneración de alta eficiencia que en España supone 6.110 MW, aportando el 12% de la producción total española de electricidad en 2011.

El acceso a la financiación en condiciones razonables es vital para la supervivencia y el desarrollo de las empresas, ¿Cómo se podría mejorar el acceso a la financiación?

Según los últimos datos del Banco de España, la evolución de préstamos y créditos nuevos a empresas continúa mostrando una paulatina tendencia hacia la mejoría, pese a que en el conjunto de 2014 cerró el año con tasas de variación todavía negativas del 9,5%. Este dato contrasta con la intensa caída registrada en 2013, que se situó en el 19%. Los empresarios seguimos reclamando un incremento y mejora de la financiación a las empresas porque sin financiación no puede haber crecimiento.

«Los empleos en el sector industrial requieren una mayor formación; no son fácilmente sustituibles pero aportan mayor valor a la actividad económica»

Es preciso que las pymes, micropymes y autónomos tengan un acceso fácil y competitivo a la financiación bancaria. Las entidades bancarias necesitan y deben orientarse a la financiación de proyectos e inversiones privadas de la economía real y realizar todos los esfuerzos posibles para que las condiciones ofrecidas sean asumibles y competitivas. Confiamos que las entidades financieras abran por fin el grifo y se implemente una mayor coordinación entre los mecanismos financieros existentes ante la disminución de los recursos públicos.

¿Cuáles son las previsiones para el sector industrial?

Los «sectores tradicionales» han sabido aportar valor añadido a sus productos, adaptarse, implementar nuevas estrategias de diseño, logística, marketing, i+D+i… Han consolidado y contribuido a la reindustrialización de muchos territorios y citaré como ejemplo a la Vall d’Albaida, Álcoiá o el Comtat, situadas en las comarcas centrales… El textil hace 10 años facturaba 6.000 millones de euros y hoy 4.500. Es un ejemplo de víctima de la crisis en 2008 pero que, sin embargo, ha sabido reinventarse a través de la I+D+i y hoy comercializa nuevos textiles técnicos innovadores en el mercado internacional. De la misma a manera cito al calzado (puntero en España y en el Mundo por su altísima calidad y diseño), al juguete y a otros sectores maduros que han convivido históricamente en clusters en la Ccomunidad Valenciana. Pensamos que la Estrategia de Política Industrial Vision 2020 debe impulsar un crecimiento basado en el conocimiento y la innovación, y que todo ello ha de ser sostenible y eficiente. Ya se están identificando los mejores enclaves territoriales para el desarrollo industrial. Recientemente presentamos en Cierval el anteproyecto de decreto por el que se aprobarán las zonas prioritarias industriales de la Comunidad Valenciana por la que se han identificado 10 áreas de acción prioritarias en materia de política industrial como innovación y desarrollo (I+D+i), suelo, infraestructuras, atracción de inversores… que han de ser coherentes con la Estrategia Territorial.

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