Jerónimo de Ayanz, el gran olvidado en su cuarto centenario

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La novela histórica ha puesto de moda personajes relacionados de algún modo con la inventiva y la técnica. Las más llamativas de entre estas novelas son las relacionadas con Leonardo da Vinci y sus supuestos misterios, aunque no ha sido el único nombre en salir a la palestra. Todo ello ha despertado una corriente de estudio, en general con poca seriedad histórica y/o documental, hacia estos llamativos personajes que tanto juego pueden dar en las citadas novelas. A pesar de este movimiento y aunque algunas de las novelas se sitúan en España, hay una persona clave en la historia tecnológica española que sigue sin llegar a las cotas de conocimiento público que se merece. Este personaje es Jerónimo de Ayanz y Beaumont, cuyo cuarto centenario de su muerte fue en marzo de 2013 y que ha pasado sin pena ni gloria, algo que los ingenieros y los tecnólogos de cualquier país debemos denunciar a la vista de su vida.

Durante el Siglo de Oro (de 1525 a 1648), España fue la mayor potencia desde todoslos puntos de vista, y su poder relativo noha sido superado por cualquier otro paísen la historia de la humanidad. Este Siglo de Oro ha sido estudiado especial y profusamente por sus artes (pintores,escritores, etc.), pero se ha olvidado porqué España era la potencia número uno enel mundo y pudo permitirse llegar a esascotas de desarrollo intelectual y artístico,teniendo en cuenta que estos dos últimospuntos son posibles solo en sociedadesricas y solventes. La clave, fija en otros ejemplos de la historia y del presente, está enque España estuvo al frente de la tecnologíaen calidad y cantidad en ese periodo detiempo.

Esto ha sido olvidado sistemáticamentey es algo que debería recuperar el sitio quele corresponde en la historia española ymundial. Para visualizar claramente esteolvido veremos la vida de Jerónimo deAyanz y Beaumont, increíble personaje quelentamente sale de la oscuridad, aunque nien el reciente y ya pasado cuarto centenario de su muerte lo consiguiera comomerecía.

Jerónimo de Ayanz (1553-1613) fue unpersonaje que ni la imaginación ha conseguido emular. En un siglo, el de Oro, en elque abundaban en España los artistas y los militares, este hombre fue artista,militar, científico, ingeniero y político.Cuando se lee la interesante biografía queNicolás García Tapia escribió sobre él -deobligada y agradable lectura- no se comprende cómo no ha sido llevada su vida algran público por medio de libros de texto,novelas y películas o series de televisión.Supongo que porque su vida es inclusodemasiado increíble para la más pura ficción. Y como muestra pasaré a enumerarsolo algunos de sus inventos patentados en 1606 y otros quehaceres, ya que es elcaso más atípico de todos los que nospodamos encontrar al ser él de procedencia noble y caballero de la Orden de Calatrava, con dos encomiendas que le rentaban sustanciosos beneficios además delos que recibía por sus puestos en la corte,sus puestos administrativos, por su familia y por sus negocios e inventos. A estosdebemos añadir los ingresos que obtuvoal emparentar por boda con una rica familia murciana por dos veces, ya que al morirsu primera esposa se casó con la hermanade la difunta. Sin embargo, en vez de entregarse a la relajación y el disfrute de las rentas, Jerónimo desarrolló sus muchas habilidades y desplegó un trabajo que todavíahoy parecen increíbles.

Además de poeta, pintor (elogiadopor Pacheco), cantante (con una impresionante voz de bajo), lutier y músico (Lopede Vega alude a él en sus escritos y lededica un soneto póstumo y una obra completa), fue gobernador de Murcia y de Martos y auspició la creación de la Base Navalde Cartagena con parte de la flota de galeras que hibernaban en Barcelona y poder luchar contra la piratería de la zona, entreotras medidas que tomó durante su mandato.

Como militar era temido por los ejércitos contrarios debido a su fuerza -doblabalas lanzas de sus enemigos- y valor, y participó prácticamente en todas las campañas en las que España estuvo metida enesos años: La Goleta, Flandes -dondese le llegó a dar por muerto por la gran cantidad de heridas recibidas-, Portugal, lasTerceiras y en A Coruña, donde expulsó aDrake. De su fortaleza baste decir que fuellamado el Hércules español, sobre todopor el citado Lope de Vega.

Fue administrador general de las minasdel Reino de España. Visitó casi todas lasde la Península para solucionar sus problemas y ayudó a las de ultramar (Potosísobre todo) a distancia. Sus escritos sobreel tema y las soluciones que propuso para resolver los problemas planteados entonces tienen vigencia todavía hoy y me pregunto cuándo se pondrán en práctica sus 21 puntos o recomendaciones.

Inventó destiladores de agua marina, elempleo de la transmisión cardán para diversos usos marinos, submarinos, minas temporizadas adosadas a los cascos de losbarcos, campanas de buceo, escafandrasde buceo, el aire acondicionado, el eyector de vapor, básculas para «pesar la patade una mosca», equipos para medir el rendimiento mecánico, desaguadoras de minasempleando las mismas aguas contaminadas pero impidiendo su evacuación al exterior, molinos de sangre, molinos de rodillo,molinos de viento, molinos de barcas acoplados a norias, bombas de husillo, bombas de achique de barcos, hornos especiales para metalurgia con especial atención a la ergonomía, rendimiento y mejoras ambientales diseñándolos así «porque el humo ni la lumbre no den pesadumbre a los que trabajan». Descubrió la declinación magnética de la brújula (nordestear decía Jerónimo), diseñó las primeras presas de arco y bóveda, etc., y aunque cualquiera de los inventos ya citados daría para un libro, citaré dos con más detalle: rl traje de buzo y la máquina de vapor.

Traje de buzo

Era el mes agosto de 1602, y ante el rey Felipe III y toda su Corte, un buzo provisto de un traje diseñado por Jerónimo de Ayanz estuvo más de una hora moviéndose y maniobrando por el fondo del río Pisuerga a su paso por Valladolid, y no estuvo más tiempo porque el rey se aburrió y ordenó que subiera, aunque el buzo decía estar perfectamente y que podía seguir más tiempo. El equipo constaba de un traje de buzo realizado según las indicaciones de Jerónimo para impedir la hipotermia del buzo y de un sistema de alimentación de aire renovado. Para ello ideó, al no existir entonces, una manguera de alimentación de aire construida con tramos cortos de tubos de cobre con uniones articuladas. No existe en el mundo ningún registro anterior de tal proeza y, además, no paró aquí la cosa, sino que diseñó el equipo autónomo y ahora que se está intentando repetir la construcción de dicho equipo -en concreto de nuevo en Valladolid por parte de un grupo muy entusiasta y meritorio-. Los técnicos actuales están sorprendidos de ver soluciones técnicas que se han reinventado hace pocas décadas y algunas incluso ya en pleno siglo XXI, cuando Ayanz ya las empleó en sus inventos.

Máquina de vapor

Hasta ahora siempre hemos dudado de si la máquina de vapor era británica o francesa y qué personaje en concreto fue su inventor. Los españoles no habíamos entrado en esta disputa ni con fuerza ni con razón, pero ahora si lo hiciéramos sería para ganarla, ya que la patente registrada y archivada en Simancas es de septiembre de 1606, hace más de 400 años y anterior a cualquier otra fecha de otro inventor, y en ella se explica un ingenio para vaciar las minas usando la fuerza del vapor (figura 1). La máquina está descrita hasta el más mínimo detalle constructivo -como todo lo que hizo Jerónimo- y se puede demostrar su funcionabilidad. Su presión de descarga está limitada por la resistencia de los materiales con los que se hicieran las tuberías de descarga.1 La máquina fue construida, y funcionó, casi con toda certeza -no hay pruebas que así lo confirmen- para explotar las minas de plata de Guadalcanal por medio de una empresa fundada por Jerónimo y otros socios, ya que otros intentos habían fracasado, incluso uno de Juanelo Turriano (figura 2).

Estos datos no los vemos en los libros de texto de nuestras escuelas y creo que va siendo hora de que ocupe su digno y ganado lugar en dichos textos y que nuestros estudiantes al estudiar historia, aunque esto cada vez se haga menos, sepan que la máquina de vapor nació en España en 1606 y se construyó y usó por primera vez también aquí.

Y de paso, creo que también va siendo hora de que esto se sepa más allá de nuestras fronteras y se coloque a los tecnólogos españoles donde se merecen, aclarando que si en el Siglo de Oro de Españanacieron y se cultivaron los mejores pintores, escritores y artistas del mundo, los tecnólogos e inventores de entonces no teníannada que envidiar a los de otros países, yfue gracias a ellos precisamente por lo quedichos artistas pudieron desplegar tantamagia como hicieron.

Efemérides

El 23 de marzo de 1613 fallecía en Madrideste personaje olvidado de la historia española, es decir, ha pasado el cuarto centenario de su muerte, como ya lo fue el desu nacimiento o el del paseo por el fondodel Pisuerga, sin que nadie lo nombrara encualquiera de esas fechas. Ayanz fue olvidado los últimos años de su vida y sigue en ese oscuro rincón de la memoria queespero haber iluminado algo con este artículo, y espero que a los libros de NicolásGarcía Tapia, el premio Jerónimo de Ayanzpromocionado por la AIQBe2de Huelva yel centro de I+D+i de la Universidad de Navarra -que yo conozca los únicos reconocimientos de Ayanz en la actualidad- sesumen pronto otros reconocimientos y llegar incluso, ¿por qué no? a serles concedidos a los miles de tecnólogos, técnicosy científicos en la larga historia de España-con Ayanz a la cabeza- el Premio Príncipe de Asturias; sería lo justo.

Metodología

La metodología empleada ha consistido en estudiar lavida de Jerónimo de Ayanz, lo cual no es fácil, ya quesolo el ingeniero, filósofo e historiador Nicolás GarcíaTapia ha realizado estudios serios sobre este personaje. Curiosamente, todos los estudios que se estánrealizando sobre Ayanz los están haciendo ingenieros y técnicos, no historiadores. Para elaborar este artículo, el autor ha acudido a la escasa bibliografía quepodemos emplear y ha visitado el Archivo de Simancas y el de Indias -uno físicamente y el otro a travésde su red oficial- para acceder a documentos claveque permitan entender la importancia de Ayanz. También ha visitado la catedral de Murcia en busca de sutumba y algunos de los lugares donde vivió y estuvopara intentar encontrar nuevas pistas sobre él y comprender su forma de proceder y pensar

Notas

1. La máquina de vapor de Savery es una copia de lade Jerónimo de Ayanz a la que aplica la carga negativa en la aspiración, algo que no funcionaba bienal no tener condensador separado. Es posibleque Jerónimo de Ayanz conociera este problemay, por eso, la alimentación de su máquina de vaporse hacía desde una altura superior y garantizar mejor NPSH. La de Jerónimo de Ayanz, siendo anterior,es superior a la de Savery, y además incluye la posibilidad de colocar varias máquinas en serie paragrandes alturas.

2. Asociación de Industrias Químicas, Básicas yenergéticas de Huelva.

Bibliografía

García Tapia N (2001). Un inventor navarro: Jerónimode Ayanz y Beaumont 1553-1613. Gobierno deNavarra, Departamento de Educación y Cultura,Pamplona. ISBN 84-235-2128-1.

García Tapia N (2008). Patentes de invención españolas en el Siglo de Oro. OEPM y Ministerio de Industria y Turismo, Madrid. ISBN 978-84-96113-11-4.

Díaz-Plaja F (2002). Vida íntima de los Austria. Edesco,Madrid. ISBN 84-7640-529-4.

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