Ingenieros contra el fuego

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Las altas temperaturas de este verano han ocasionado innumerables incendios en los montes de casi toda la geografía del Estado, especialmente y de forma devastadora en Cataluña, Extremadura, Aragón, la isla del Hierro y otros lugares.

El desastre que en ocasiones provoca el fuego nos tiene que hacer reflexionar a todos los agentes que intervienen, tanto en la prevención como en la extinción del fuego. Porque son muchos los ingenieros técnicos industriales que tienen responsabilidad en los servicios concernientes a estas tareas así como los cuerpos de bomberos. Dichos profesionales y sus servicios han realizado una labor encomiable a sabiendas del riesgo que supone para sus propias vidas.

El fuego durante toda la evolución del ser humano ha sido un elemento tan necesario como los otros tres elementos naturales, agua, tierra y aire. Si nos remontamos al origen del hombre y más concretamente al descubrimiento del fuego encontramos que en su momento fue un gran aliado. A través de él conseguían una manera más efectiva de calentarse, de asar los animales de caza y también prevenían muchas enfermedades al eliminar las bacterias de dichos alimentos.

En toda la mitología el fuego ha sido un símbolo de vital importancia tanto en el plano religioso como en el festejo pagano. Dicho festejo llega hasta nuestros días y todos nos alegramos la Noche de San Juan saltando hogueras que no nos atemorizan, a la vez que pedimos deseos futuros.

Pero ese gran aliado y compañero del hombre, ¿acaso se nos revela? ¿Tal vez también es perverso o quizás dependa más de nosotros?

En clave de ciencias diríamos que lo fundamental y necesario para evitar su perversidad es tener la infraestructura suficiente para la prevención. Entonces nos preguntamos: ¿Se limpia el monte adecuadamente? ¿Los cortafuegos cumplen con las normas reglamentarias? ¿Las tomas de agua están dispuestas adecuadamente? ¿Los asentamientos urbanos cumplen las ordenanzas y normativas correspondientes? ¿Los montes están suficientemente controlados con personal competente y con los medios adecuados? Evidentemente la respuesta a estas preguntas no es más que la prevención correcta y justa. Este control exhaustivo evitaría parte de los desastres que provoca el fuego. Esto no exime de responsabilidad al ciudadano que tiene también un papel protagonista. Muchos incendios son provocados por pirómanos, pero otros son fruto de la imprudencia.

«LOS PROFESIONALES DE LA INGENIER?A VINCULADOS A LA PREVENCI?N Y EXTINCI?N DE INCENDIOS DEBEN ESTAR ALERTA, EXIGIR Y DEMANDAR QUE TODA LA NORMATIVA SE CUMPLA»

En todas las desgracias siempre hay una gota que colma el vaso. Tal es el caso de lo sucedido en el reciente incendio de la refinería de Ciudad Real donde hubo pérdidas humanas. Aún está en tela de juicio si las alarmas funcionaron correctamente y si contaban con la infraestructura adecuada de evacuación, prevención y extinción. Y esto nos devuelve a la reflexión inicial del artículo donde nos hacíamos tantas preguntas. Es ahí donde los profesionales de la ingeniería vinculados a la prevención y extinción en industrias, refinerías y demás lugares de alto riesgo deben estar alerta, exigir y demandar que toda la normativa se cumpla, que todos los procesos de prevención sean revisados, que se invierta en la tecnología adecuada para la extinción y que se legisle si fuera necesario.

Nuestra implicación como profesionales nos hará contar con los medios pertinentes para evitar la perversidad del fuego en una sociedad moderna y convertirlo una vez más en lo que fue para nuestros ancestros, un gran aliado de la vida.

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