El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha aceptado la demanda presentada por varios estados, ciudades y organizaciones ambientales que reclaman a la Administración Bush que regule las emisiones de dióxido de carbono procedentes de los vehículos. Con esta decisión, el Tribunal Supremo estudiará revisar una sentencia de 2003 de la Corte. Por esta sentencia se eximía a la Agencia de Protección Medioambiental norteamericana de regular la emisión de estos gases producidos por los vehículos, ya que la ley de Aire Limpio aprobada por el Congreso de Estados Unidos no le concedía la autoridad necesaria. Un total de 12 estados junto a las ciudades de Baltimore, Nueva York y Washington DC sostienen que la Agencia de Protección del Medio Ambiente debe tener responsabilidad sobre la regulación de estas emisiones.
