El presidente del Cogiti presenta las conclusiones del I Congreso Nacional de Profesiones organizado por UP

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Los pasados 18 y 19 de enero, la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) acogía el I Congreso Nacional de Profesiones, bajo el lema Un país de profesiones, que contó con la participación del Cogiti.

El Congreso comenzó con las palabras del presidente de Unión Profesional, Jordi Ludevid: «Las profesiones europeas necesitan hoy un gran debate y un enorme esfuerzo de regeneración, al servicio de las nuevas necesidades personales y colectivas». De este modo, reflejaba la esencia del I Congreso Nacional de Profesiones, organizado con el objetivo primordial de compartir, analizar, valorar y comunicar lo que es común y esencial al ejercicio profesional, acudiendo a sus raíces, identificando el interés general y las garantías que la buena práctica profesional pueda proporcionar a los ciudadanos y a las empresas, en un Estado de derecho moderno y en una sociedad abierta.

El congreso se ha estructurado en torno a tres ejes temáticos. El primero de ellos dedicado a los Asuntos esenciales de las profesiones: deontología, formación continua y acto profesional; el segundo centrado en Los Colegios como garantes del Desarrollo Profesional Continuo (DPC). El contexto europeo; y el tercer eje ha versado sobre La participación de las profesiones en proyectos de innovación social y pactos de Estado.

Mesa de debate sobre el desarrollo profesional continuo

El presidente del Cogiti, José Antonio Galdón, participó en el eje temático 1, concretamente en la primera mesa de debate sobre el desarrollo profesional continuo (DPC), junto con Salvador Díez Lloris, presidente del Consejo General de Administradores de Fincas de España; Antonio Fernández-Pro, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, y Javier Alcaraz de Amuriza, representante del Foro Intersectorial de Representantes Universitarios (FIRU). La mesa estuvo moderada por Fernando Santiago Ollero, presidente del Consejo General de Gestores Administrativos, y el relator fue el presidente del Colegio Oficial de Ingeniería Geomática y Topográfica, Andrés Díaz Galilea.

«Los colegios profesionales tenemos que innovar y hacerlo a partir de una base fundamental: la del conocimiento de nuestras profesiones. Por ello, ¿quién mejor que nosotros para hacer un sistema del Desarrollo Profesional Continuo y valorar esas competencias, habilidades y destrezas que nuestros profesionales van adquiriendo a lo largo de su vida profesional? Somos las corporaciones profesionales las que tenemos que poner en marcha el Sistema de Acreditación Profesional», señaló José Antonio Galdón. Además, destacó: «Tiene que ser Unión Profesional la que ponga en marcha dicho sistema y se dé cumplimiento así a las obligaciones de los colegios profesionales en esta materia, que van en la línea de ordenar y representar a las profesiones, así como de defender los intereses de los profesionales y de los consumidores y usuarios.

Conclusiones del congreso

El presidente del Cogiti, que aprovechó para felicitar al equipo técnico de UP por el gran trabajo realizado, también presentó las conclusiones del congreso, que fueron aprobadas con la unanimidad de todos los congresistas (más de 450 inscritos), y se basaban en los ejes temáticos del congreso y en unas conclusiones generales.

En este sentido, se estableció que los colegios profesionales son la garantía pública del cumplimiento de la deontología y la formación continua, y la colegiación es el requisito para ejercer profesiones que afectan a los derechos de las personas y tiene como fin proteger a los ciudadanos, clientes, pacientes, consumidores y usuarios de las prestaciones profesionales, preservando la autonomía facultativa del profesional y evitar el intrusismo.

Otra conclusión destacada es que los colegios son los garantes del desarrollo profesional continuo. El DPC es el proceso por el cual a un profesional colegiado se le reconoce la formación de posgrado, la experiencia y, en su caso, la ausencia de sanciones deontológicas, lo cual lo certifica el colegio profesional correspondiente y supone la actualización de las competencias profesionales, en garantía de los clientes, consumidores, pacientes y usuarios. El modelo DPC puede ser unificado por Unión Profesional.

Por su parte, la validación periódica de la colegiación (VPC) de los profesionales tiene dos vertientes: la de los valores ético-profesionales y la de establecer por procesos periódicos la validación profesional, no solamente centrados en la competencia profesional, sino también en las condiciones personales básicas, requeridas para ejercer cada profesión, incluyendo en su caso la aptitud psicofísica, con los límites y tratamientos adecuados.

La autorregulación de las corporaciones colegiales, prevista en la Ley de Colegios Profesionales, requiere un desarrollo acorde con los fines y las funciones atribuidas en un desarrollo actualizado y, en especial, en lo referido a la función deontológica y la formación continua, así como del régimen jurídico de las propias corporaciones, que garantice su independencia, respecto de los poderes públicos.

En otro orden de cosas, la formación universitaria ha de corresponderse con las necesidades de capacidades, competencias y habilidades para el ejercicio profesional, para lo cual es imprescindible la mayor colaboración posible entre la Universidad, las corporaciones colegiales y las organizaciones de estudiantes.

Asimismo, señaló Galdón, «afirmamos la necesidad de promover un estatuto del profesional europeo, que recoja los derechos y deberes y en el que se reconozca a los profesionales como una categoría social necesaria. También es imprescindible el apoyo y la protección institucional por parte de todas las Administraciones públicas. Por ello, lo más adecuado es una regulación equilibrada para las corporaciones colegiales y para el ejercicio de las profesiones, así como una simplificación de la normativa sectorial aplicable. Defendemos unas condiciones estables de trabajo, que hagan posible una buena práctica profesional». Unión Profesional debe llevar a cabo la interlocución reglada con los poderes públicos para los asuntos de interés común, facilitando puentes de unión entre lo público y lo privado y favoreciendo e impulsando los acuerdos necesarios a los que han de llegar los estamentos jurídicos.

Productividad y competitividad

Por último, realizó un deseo, que espera sea también una realidad: apeló a los valores de productividad y competitividad señalados por Henry Ford, quien decía que reunirse es un comienzo, permanecer unidos es el progreso y trabajar juntos es el éxito. «Tenemos que seguir manteniéndonos unidos dentro de Unión Profesional y debemos trabajar juntos para conseguir todos los objetivos que nos hemos marcado, lograr los éxitos que la sociedad espera de nosotros, y todo ello a través de Unión Profesional», expresó. «Sin duda, las profesiones hemos reafirmado nuestro compromiso con el desarrollo de nuestra sociedad y vamos a seguir trabajando juntas para conseguir todos los objetivos marcados», concluyó.

A continuación, se presentó y aprobó la Declaración Institucional de la Asamblea de presidentes, decanos y delegados de las corporaciones colegiales participantes en el congreso, un documento que recoge en varios puntos el compromiso de las profesiones con la sociedad, con los proyectos de innovación social y la sostenibilidad económica y ambiental, la garantía constitucional insustituible que poseen las corporaciones colegiales, así como la relevancia del concepto de acto profesional, en cuya definición se asume la prestación de un servicio por un profesional cualificado.

La clausura del congreso fue a cargo del ministro de Justicia, Rafael Catalá; el Rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Andradas, y el presidente de UP, Jordi Ludevid.

Más información: cogiti.es.

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