El ingeniero industrial ante el reto de la responsabilidad social de la empresa
RESUMEN
Este trabajo trata de poner de manifiesto las actividades profesionales de los ingenieros industriales, pensando en que ya no solo se necesita dominar la ciencia y la tecnología; ahora hay que preocuparse por las personas y es ahí donde este tipo de profesionales tienen que hacer un esfuerzo (así lo demanda el mundo empresarial y la propia sociedad) para que sus responsabilidades estén en un equilibrio mejor repartido. Esta idea queda justificada por la abundancia de directivas, leyes, normas e iniciativas que tratan de demostrar la enorme transcendencia de esta innovadora gestión responsable y ética. El clima laboral que genera esta nueva forma de actuar proporciona beneficios importantes, debido a que la satisfacción del personal mejora la eficiencia y, por lo tanto, la rentabilidad y competitividad de las organizaciones.
Recibido: 17 de septiembre de 2015
Aceptado: 21 de octubre de 2015
Palabras clave
Gestión ética, responsabilidad social corporativa, ingeniería, empresas
ABSTRACT
This paper tries to highlight the professional activities carried out by industrial engineers, having in mind that they do not only need to master the science and the technology, but also to worry about people. In this latest point these professionals have to make an effort (it is required by the business world and the society itself) so that their responsibilities are in better distributed balance. This idea is justified by the abundance of directives, laws, standards and initiatives that seek to demonstrate the great importance of this innovative responsible management and ethics. The working environment generated by this new way of acting provides significant benefits because staff satisfaction improves efficiency and, therefore, the profitability and competitiveness of organizations.
Received: September 17, 2015
Accepted: October 21, 2015
Keywords
Ethical management, corporate social responsibility, engineering, companies
Introducción
En el ámbito empresarial se han aplicado (y aún se siguen aplicando) sistemas de gestión cuya necesidad venía determinada como un objetivo para la obtención de un certificado. En otras épocas tenía su justificación, pero ahora no se puede entender un gasto sin aportar ningún valor a la empresa. Estos métodos, junto con otros similares cuya falta de eficiencia es notoria, han llevado a muchas empresas a situaciones muy negativas e irreversibles.
Inútil es seguir utilizando las mismas fórmulas, porque el resultado seguirá siendo idéntico; por lo que no hay otra opción que cambiar a lo que ahora llamamos innovación. Pero ante un clima de incertidumbre y desconfianza muy generalizado, ¿qué debemos hacer? La respuesta está en la responsabilidad social empresarial (RSE) y en la ética.
En 2001, el Libro Verde de la Comisión de la UE definió la RSE; desde entonces ha habido más definiciones de instituciones y de normas sin que se haya percibido un cambio importante, pero en la actualidad ya se ha consolidado un enfoque hacia una estrategia empresarial en la línea de la mejora de la productividad y la rentabilidad de las empresas.
El desarrollo de la RSE ha llevado consigo una importante transformación de este nuevo concepto, habiendo llegado a lo que se puede considerar la última definición: «Incorporar voluntariamente, por parte de las organizaciones, un sistema integrado de gestión ética y socialmente responsable, asumido con un carácter estratégico en los ámbitos económico, social y ambiental, con la finalidad de garantizar un desarrollo sostenible de la empresa y el de todos sus grupos de interés».
Cuando la empresa ha alcanzado una cierta madurez, habiendo conseguido altos niveles de calidad, de seguridad ante los accidentes y de un gran respeto por el medio ambiente, ya se puede ir planteando cómo gestionar sus actividades en función de otros métodos y estrategias, como es la RSE; ante todo esto, el ingeniero industrial tiene una gran labor que hacer desde cualquiera de las responsabilidades que tenga dentro de la empresa.
La formación del ingeniero industrial
Para llevar a cabo esta innovadora metodología es necesario que la formación que tiene que recibir el futuro ingeniero industrial deba incluir contenidos que respondan a lo que se señala en la definición de la RSE, anteriormente descrita.
En este nivel educativo tenemos que considerar dos vías diferentes para su estudio: La correspondiente a la formación de futuros profesionales expertos en RSE y otra referida a la educación propia y personal de los alumnos universitarios, tal como se incluye en la Declaración Universal de Derechos Humanos (París 1948) y en su artículo 26, apartado 2, se señala lo siguiente:
«La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad…»
La primera vía, referente a la formación de expertos en RSE, es muy importante, debido a que está directamente relacionada con el empleo de los universitarios. Esta nueva forma de cómo se deben gestionar las empresas y las instituciones requiere de consultores/asesores que se encarguen de ayudar a implantar los denominados sistemas de gestión ética y socialmente responsables; también se necesitan expertos en evaluación de estos sistemas, tanto interna como externamente a través de auditorías por terceras partes, para la obtención de los diferentes certificados de una serie de normas que ya están en vigor.
Para que todo lo anterior se pueda llevar a cabo, se necesitan profesores que se responsabilicen de la formación necesaria de este tipo de profesionales, por medio de grados y másteres universitarios. Por cierto, que este tipo de estudios no son muy abundantes en las universidades españolas.
Sobre la segunda vía, hay que señalar que las universidades con sus centros, directivos, profesorado y personal de administración y servicios deben proyectar sobre los estudiantes testimonios permanentes de respeto a los alumnos, compañeros, proveedores, etc., como personas y también a los medios materiales y al medio ambiente, junto con todo aquello que hace referencia a los principios éticos y responsables socialmente. Decía Aristóteles que educar la mente sin educar el corazón no es educación. Apliquemos este principio.
¿Sería mucho pedir que todos estos grupos de interés se integraran en esta dinámica, firmando un compromiso de cumplimiento de un código de ética en el que se incluyan todos estos extremos? Y, ¿asistido por un comité de ética al que puedan pertenecer los ingenieros industriales?
Ya hay empresas que lo están haciendo, consiguiendo con ello un alto grado de satisfacción, unas relaciones humanas más eficientes y un clima laboral que transciende al exterior, simplemente por los buenos resultados que está obteniendo la empresa.
El mismo planteamiento se puede hacer para las universidades, pero para ello se necesita que los diferentes grupos de interés así lo entiendan y se esfuercen por dar ejemplo y presentar permanentes testimonios personales de ética y responsabilidad en sus actividades que, por cierto, es la mejor forma de transmitir a los alumnos cómo debe ser su comportamiento como estudiantes y posteriormente como ingenieros.
Se sabe que no es fácil conseguir estas competencias de carácter transversal mientras se está estudiando, pero hay que intentarlo para evitar lo que decía Santiago Ramón y Cajal: «El médico que de medicina solo sabe ni de medicina sabe» (aplicable a cualquier área de conocimiento y profesión).
Legislación e iniciativas referentes a la RsE
A pesar del poco tiempo de vida que tiene la RSE y de cara a lo que el ingeniero industrial debe conocer, a continuación se señala lo más próximo a sus actividades.
Ley de economía sostenible
En el Boletín Oficial del Estado del 5 de marzo de 2011 se publicó la Ley 2/2011 de economía sostenible cuyos contenidos están en clara conexión con las actividades profesionales de los ingenieros.
Esta ley tiene por objeto introducir en el ordenamiento jurídico las reformas estructurales necesarias para crear condiciones que favorezcan un desarrollo económico sostenible, entendiendo como sostenibilidad la actividad que mantenga el desarrollo económico actual sin hipotecar el futuro de las siguientes generaciones; aquí tienen mucho trabajo los ingenieros industriales, aunque en la universidad no hayan recibido la formación adecuada a estas nuevas formulas de entender la gestión en las empresas.
Se establece, entre otros aspectos, cómo llevar a cabo la mejora de un entorno económico eficiente y de apoyo a la competitividad española. Se regula cómo incentivar a las empresas, públicas y privadas, con especial atención a las pequeñas y medianas empresas pymes) con el fin de que se incorporen a las mismas políticas de RSE. A las Administraciones públicas se les asigna la promoción de la responsabilidad social, analizando los impactos que se puedan producir en materia de competitividad empresarial, especialmente en función de los objetivos de transparencia en la gestión, buen gobierno corporativo, compromiso con lo local y el medio ambiente, respeto a los derechos humanos, accesibilidad universal de las personas discapacitadas y del consumo responsable. ¿Quién mejor que los ingenieros para llevar a cabo estos objetivos?
La ley pretende «reforzar tres ejes fundamentales en la competitividad de los agentes económicos españoles: el desarrollo de la sociedad de la información, la vinculación con las actuaciones de I+D+i y la formación de nuestros trabajadores, con especial atención al sistema de formación profesional»; plantea algo tan necesario y tan ligado al mundo técnico/tecnológico como es la sostenibilidad medioambiental pensando en «el modelo energético, la reducción de emisiones, el transporte y la movilidad sostenible y, en especial por su importancia en el modelo económico español, la rehabilitación y la vivienda».
Directiva sobre información no financiera en la uE
Se trata de la Directiva 2014/95 UE del Parlamento Europeo, publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea, DOUE, el 14 de noviembre de 2014.
La importancia que tiene la comunicación de la información de los impactos que producen las organizaciones es imprescindible para asegurar la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace y, al mismo tiempo, para ganar la confianza y satisfacción de los clientes actuales y futuros y de los restantes grupos de interés. Las actividades de los ingenieros, siendo estos responsables de empresas o de áreas y departamentos, deben conocer los contenidos de esta directiva, ya que en ello les puede ir el éxito o el fracaso de su vida profesional.
Las empresas afectadas por esta directiva deberán comunicar informaciones sobre sus políticas, los riesgos y los resultados en lo concerniente a las cuestiones ambientales, los aspectos sociales ligados al personal, respeto a los derechos del hombre, la lucha contra la corrupción y la diversidad en sus consejos de administración.
Las nuevas reglas se aplicarán solamente a empresas de más de 500 empleados, lo que supone que se verán afectadas unas 6.000 organizaciones. También se señala que las grandes entidades de interés público con más de 500 empleados deberán publicar ciertas informaciones extrafinancieras en su informe de gestión. Esto afecta a las sociedades cotizadas, así como a ciertas sociedades no cotizadas, como los bancos, las compañías de seguros y otras empresas que puedan ser designadas por los Estados miembros, en razón de sus actividades, su tamaño o su número de empleados.
Para ello, las empresas pueden utilizar las líneas directrices internacionales, europeas o nacionales que juzguen apropiadas, por ejemplo los Diez Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la norma ISO 26.000 (Guía de la RSE), el Código Alemán de Desarrollo Sostenible, los Principios Rectores de los Derechos Humanos, las Directrices de la OCDE para las empresas multinacionales, la Declaración Tripartita de Principios sobre las empresas multinacionales de la OIT y otras iniciativas relacionadas con la RSE. A muchos ingenieros ya les está tocando elaborar esas informaciones no financieras.
La directiva requiere que estas informaciones deben comunicar aspectos materiales y relevantes, tal como lo especifica la Guía G-4 del Global Reporting Initiative (GRI) que será desarrollada en este trabajo más adelante. Si esta información no se produce, las empresas deberán explicar por qué no lo hacen, lo cual es una novedad que se ha introducido en los requisitos de la directiva.
Ley de transparencia de España
La Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno.
Se ha incluido esta ley de transparencia en relación con aquellos compañeros que ejercen su profesión en organismos oficiales y que deberán responder a los contenidos de esta norma. «Tiene un triple alcance: incrementa y refuerza la transparencia en la actividad pública -que se articula a través de obligaciones de publicidad activa para todas las Administraciones y entidades públicas-, reconoce y garantiza el acceso a la información -regulado como un derecho de amplio ámbito subjetivo y objetivo- y establece las obligaciones de buen gobierno que deben cumplir los responsables públicos, así como las consecuencias jurídicas derivadas de su incumplimiento -lo que se convierte en una exigencia de responsabilidad para todos los que desarrollan actividades de relevancia pública».
La necesidad del ingeniero de conocer y asumir las responsabilidades para no incurrir en consecuencias de carácter jurídico tal como lo señala la ley, tanto si lo hace desde el ámbito profesional en el ejercicio libre, como en el de las organizaciones públicas, puede tener necesidad de obtener informaciones que afecten a su buen hacer profesional y hoy no estamos para no utilizar todo aquello que nos pueden ofrecer las Administraciones públicas; se trata de dar valor a la información.
Dejando a un lado las correspondientes instituciones de la Administraciones públicas y en relación con lo que puede afectar a la ingeniería industrial, se aplicarán a:
- – Entidades de derecho público con personalidad jurídica propia vinculadas a cualquiera de las Administraciones públicas, o dependientes de ellas, incluidas las universidades públicas.
– Corporaciones de derecho público en lo concerniente a sus actividades sujetas a derecho administrativo. Entre estas corporaciones se encuentran los colegios profesionales y las cámaras de comercio, industria y navegación.
En estos ámbitos se pueden encontrar un gran número de compañeros, lo que supone una variable importante que hay que tener en cuenta dentro de las actividades propias de los ingenieros industriales.
La responsabilidad social de los ingenieros ante la discapacidad
Entendiendo que la RSE tiene como fundamento desarrollar aspectos relacionados con lo económico, lo social y lo ambiental en las organizaciones. Parece, pues, necesario incluir en este trabajo y en el ámbito social lo relacionado con el mundo de las personas discapacitadas.
Existe abundante legislación sobre estos temas, tanto europea como española y también autonómica. Debido a la importancia que tiene, hay que citar la Ley de Integración Social de los Discapacitados (LISMI) y que ya en su artículo 1 señala como objetivo lo siguiente: «Se destina a la dignidad de los disminuidos en sus capacidades físicas, psíquicas o sensoriales para su completa realización personal y su total integración social y los disminuidos profundos para la asistencia y tutela necesarias».
También la Unión Europea ha reconocido a las personas discapacitadas merecedoras de una protección especial junto a otras cinco categorías sociales: el género, la raza, la religión y creencias, la edad y la orientación sexual.
Aquí es donde la ingeniería industrial debe asumir un papel fundamental para facilitar esa realización personal y laboral de los discapacitados. Desde el diseño de equipos hasta su comercialización, pasando por la producción, hay una gran labor por desarrollar. Los ingenieros bajo los principios de la RSE y la discapacidad se necesitan mutuamente para avanzar en sus objetivos. La exclusión social que afecta al colectivo de las personas discapacitadas y una sociedad desconocedora de la capacidad de las mismas para desarrollar una vida normal ocasionan a su vez una exclusión en la oferta de los puestos de trabajo, lo que afecta de una manera directa a la necesaria integración de los trabajadores discapacitados en las empresas, tanto públicas como privadas. Mejor trabajo que ayudar a facilitar esa integración no podrían hacer los ingenieros industriales.
Iniciativas no legislativas de la RsE en relación con la ingeniería industrial
En el ámbito de las actividades de los ingenieros industriales siempre se han utilizado reglamentos técnicos, normas técnicas de todo tipo, códigos técnicos y otros documentos, por lo que puede llamar la atención que lo que se describe en este trabajo, no tiene nada que ver con ese mundo técnico y tecnológico. El ingeniero no está solo, tiene que convivir con personas en cualquiera de las actividades que desarrolle y esto lleva a tener en cuenta los valores humanos, que en muchos casos van a ser el origen de sus éxitos y sus fracasos. Vale la pena tener en cuenta estos principios y tanto lo expuesto anteriormente como lo que en este apartado se va a desarrollar, forman parte de lo que se está introduciendo con mucha fuerza, en los ámbitos institucional y empresarial.
Memorias de sostenibilidad. GRI
La elaboración de memorias de sostenibilidad ayuda a las organizaciones a marcarse objetivos, medir el desempeño y gestionar el cambio con el propósito de que sus operaciones sean más sostenibles. Las memorias de sostenibilidad contienen información sobre la incidencia de las organizaciones, ya sea esta positiva o negativa, en el medio ambiente, la sociedad y la economía. De ese modo, las memorias convierten lo abstracto en tangible y concreto y, por tanto, ayudan a comprender y gestionar las consecuencias que las novedades en materia de sostenibilidad que tienen sobre las actividades y la estrategia de cada organización.
Con el fin de facilitar la implementación de esas memorias, el organismo dependiente de las Naciones Unidas, Global Reporting Initiative, más conocido como GRI, ofrece la Guía G4, que presenta una serie de principios de elaboración de memorias, unos contenidos básicos y un manual de aplicación con ánimo de facilitar la elaboración de memorias de sostenibilidad por parte de las organizaciones, independientemente de su tamaño, sector o ubicación.
Esta actividad relacionada con la comunicación e información empresarial e institucional empieza a ser una responsabilidad muy habitual que encomiendan a los ingenieros industriales en muchas organizaciones.
Pacto mundial
Su nombre original es The Global Compact, aunque se le conoce como Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Se trata de una iniciativa del secretario general de esta institución, Kofi Anann. Su primera revisión se realizó en 2004, pasando de 9 a los 10 principios definitivos, (incluyendo la lucha contra la corrupción), por lo que su estructura tiene los siguientes apartados:
– Derechos humanos.
– Normas laborales.
– Medio ambiente.
– Corrupción.
Se aplica la transparencia y el diálogo como base para identificar y analizar las buenas prácticas según los principios universales:
– Declaración de los derechos humanos.
– Declaración de la OIT sobre los Principios y Derechos en el Trabajo (véase el apartado siguiente).
– Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
Se trata de un compromiso ético de carácter voluntario que se integra en la estrategia de la empresa y en todas sus actividades. Los Diez Principios del Pacto Mundial son los siguientes:
1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia.
2. Las empresas deben asegurarse de que evitan ser cómplices en vulneración de los derechos humanos.
3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva (convenios).
4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción.
5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.
6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.
7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.
8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.
9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
10. Lucha contra la corrupción (diciembre 2004): «Las empresas deberían trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluyendo la extorsión y el soborno».
En estos 10 principios es fácil intuir la trascendencia y la responsabilidad que tienen los ingenieros en el desarrollo de sus actividades. Por muy alejado que parezca estar del mundo tecnológico, se tiene que adaptar a estas nuevas fórmulas de gestión empresarial, que aunque se empiecen a aplicar en estos últimos tiempos, es algo que ya debería haberse tenido en cuenta por aquello de la rentabilidad y competitividad de las empresas. Aplicando estas ideas se mejoran los rendimientos productivos y sobre todo se alcanzan niveles de eficiencia hasta ahora desconocidos.
Directrices de la OIt
Esta organización se ocupa de todo lo relacionado con el mundo del trabajo.
– Sus iniciativas de carácter internacional tienen siempre importantes repercusiones en las actividades propias de los Gobiernos, de las empresas y de los sindicatos.
– Está dedicada a la reducción de la pobreza, a lograr una globalización justa y a generar oportunidades de trabajo decente y productivo para hombres y mujeres en condiciones de libertad, seguridad y dignidad humana.
– Estas actividades se desarrollan en la Agencia Tripartita de la ONU, con el fin de promover el trabajo decente en el mundo.
Para ello la OIT pone en marcha la Declaración Tripartita de Principios sobre las Empresas Multinacionales y la Política Social. La condición de tripartita se debe a que en ella participan: Los Gobiernos, las organizaciones sindicales y las empresas multinacionales. Se trata de un documento compuesto por 59 artículos distribuidos en los siguientes apartados:
– Introducción.
– Política general.
– Empleo.
– Condiciones de trabajo y de vida.
Esta declaración tripartita tiene como finalidad fomentar la colaboración de las empresas multinacionales a favor del progreso económico y social.
Mucho tienen que decir los ingenieros industriales a la hora de trabajar en el fomento del desarrollo económico y social; en muchos casos esa es su responsabilidad.
Directrices de la OCDE
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, conocida por las siglas OCDE, tiene su sede en París y en lo que respecta a la responsabilidad social, se puede decir que ha trabajado y trabaja intensamente para que las empresas, principalmente las multinacionales, apliquen sus recomendaciones por medio de una conducta empresarial responsable. Esta organización ha venido desarrollando iniciativas desde diciembre de 1960. Las últimas se han ido creando bajo los principios de la responsabilidad social.
En julio de 2004, se establecen las líneas directrices de la OCDE para empresas multinacionales. Se trata de recomendaciones dirigidas por los Gobiernos a las empresas multinacionales en las que se plantean los principios y normas de carácter voluntario para una conducta empresarial responsable, compatible con las legislaciones vigentes.
El objeto que se persigue con estas directrices es garantizar que las actividades de esas empresas se desarrollen en armonía con las políticas públicas, fortalecer la base de confianza mutua entre las mismas y las sociedades en las que desarrollan su actividad, contribuir a mejorar el clima para la inversión extranjera y potenciar la contribución de las empresas multinacionales al desarrollo sostenible.
Este documento, cuyo título es Líneas directrices de la OCDE para empresas multinacionales, tiene los siguientes contenidos:
1. Conceptos y principios.
2. Principios generales.
3. Publicación de informaciones.
4. Empleo y relaciones laborales.
5. Medio ambiente.
6. Lucha contra la corrupción.
7. Intereses de los consumidores.
8. Ciencia y tecnología.
9. Competencia.
10. Fiscalidad.
No es difícil encontrar una relación muy fuerte entre estos contenidos y la labor que realizan muchos ingenieros industriales, principalmente en responsabilidades directivas. En esta iniciativa de la OCDE cabe destacar el punto 8 sobre ciencia y tecnología, ámbito casi exclusivo del mundo de la ingeniería.
normativas sobre la RSE
La Responsabilidad Social de las Empresas no se escapa a la necesidad de regularizar y sistematizar sus actividades, de la misma forma que lo han hecho la calidad, la prevención de los riesgos laborales, el medio ambiente, la I + D + i, etc. Siguiendo el camino marcado por esas y otras iniciativas internacionales, significándose de una manera muy clara a favor de aplicar en las empresas sistemas de gestión ética y socialmente responsables, en los últimos años se han publicado una serie de normas, entre las que se encuentran las siguientes y que se resumen a continuación por tener una relación muy directa con la ingeniería industrial.
Norma SGE 21 de Forética
Esta norma desarrolla los criterios que permiten establecer, implantar y evaluar en las organizaciones un sistema de gestión ética y socialmente responsable y se aplica tanto a las organizaciones en general, como a determinadas unidades de negocio, siempre que se pueda evidenciar el cumplimiento de todos los aspectos recogidos en el texto de la norma, (que es certificable). Se estructura en las siguientes áreas de gestión:
– Alta dirección.
– Clientes.
– Proveedores.
– Personas que integran la organización.
– Entorno social.
– Entorno ambiental.
– Inversores.
– Competencia.
– Administraciones públicas.
La asociación Forética con esta norma «pone en valor una cultura de empresa basada en la responsabilidad de todas las personas frente a la sociedad y el entorno». Entre todas ellas se encuentra el colectivo de los ingenieros industriales, que perfectamente pueden asumir y asumen las responsabilidades propias de cualquiera de esas áreas de gestión, incluso pudiendo pertenecer a algún comité de ética en la empresa que preste sus servicios.
Norma SA 8000
Esta norma fue creada en 1997 por Social Accountability Internacional (SAI). Es una organización sin fines de lucro dedicada al desarrollo, la implementación y el control de normas de responsabilidad social verificables y voluntarias.
El sistema de gestión de la norma SA 8.000 ha sido diseñado según el modelo de las normas ya establecidas ISO 9.001 e ISO 14.001 aplicables a sistemas de gestión de calidad y de gestión ambiental. Es una norma universal, integral, global y verificable para auditar y certificar el cumplimiento de la responsabilidad social. Se aplica tanto a las empresas pequeñas como a las grandes con la finalidad de demostrar a los clientes y/o a una tercera parte la existencia de una preocupación real por el bienestar de sus empleados.
La esencia de la norma es la creencia de que todo lugar de trabajo debe ser administrado de manera tal que estén garantizados los derechos humanos básicos y que la gerencia esté preparada para asumir la responsabilidad por ello. La empresa debe asumir la legislación nacional y cualquier otro derecho aplicable y cumplir con el resto de las normas con las que la empresa esté sometida de forma voluntaria, así como con los requisitos de la presente norma.
Los contenidos se presentan en forma de «Requisitos de responsabilidad social» a través de ocho apartados. Estos proporcionan los criterios que una empresa debe satisfacer para cumplir con la norma sobre los derechos laborales básicos y las condiciones generales para el bienestar de los trabajadores. Cubren los siguientes aspectos:
Requisito 1: Trabajo infantil.
Requisito 2: Trabajos forzados.
Requisito 3: Salud y seguridad en el trabajo.
Requisito 4: Libertad de asociación y derecho de negociación colectiva.
Requisito 5: Discriminación.
Requisito 6: Medidas disciplinarias.
Requisito 7: Horario de trabajo.
Requisito 8: Remuneración.
En esta norma cabe destacar por la proximidad a las actividades propias de los ingenieros industriales el requisito 3, que se refiere a la salud y a la seguridad en el trabajo, aunque tampoco están tan alejados los demás requisitos, propios de las actividades empresariales.
Norma ARARSE NGI/101
La Asociación Aragonesa para el Desarrollo de la Responsabilidad Social Empresarial (ARARSE) ha elaborado la norma NGI/101, titulada Sistema integrado de gestión responsable y cuya finalidad principal es evitar esa falta de eficiencia en las empresas, principalmente en la pymes, y aportar una nueva forma de entender su gestión, asumiendo responsabilidades que deben asegurar su desarrollo sostenible y el del entorno socioeconómico que las rodee.
La norma trata de introducir en la organización de las empresas la sistematización de los principios y criterios de una gestión ética y socialmente responsable que facilite la toma de decisiones eficientes para asegurar un desarrollo sostenible, basado en el triple equilibrio (económico, social y ambiental) por parte de las empresas. Esta norma es auditable y certificable y propone los siguientes principios:
1. La empresa debe tener un comportamiento ético en todo momento.
2. Respeto a los derechos humanos.
3. Cumplimiento de la legislación aplicable.
4. Prevención del fraude y la corrupción.
5. Transparencia en las decisiones y actividades que tienen impacto en los grupos de interés.
6. Progreso continuo de la empresa y sus grupos de interés.
7. Sostenibilidad económica de la empresa y la de sus grupos de interés.
8. Compromiso social y solidario.
9. Compromiso ambiental.
10. Participación de los grupos de interés en las actividades de la empresa.
Una vez más, los ingenieros tienen mucho que decir ante el cumplimiento de estos principios, que son de aplicación, principalmente en las PYMES.
Laudato Si’
Los contenidos de este trabajo, llegado a este punto, incluyen la ética y la responsabilidad social de los ingenieros desde un origen inusual pero muy a propósito. Pero antes vamos a cerrar los apartados anteriores señalando que, por las limitaciones del espacio destinado a este tipo de artículos no es posible profundizar más, pero sí se pueden citar otras normas e iniciativas como son: La norma A.A. 1000, la ISO 26000, la ISO 19600 sobre Gestión del Cumplimiento, el Libro Verde de la Unión Europea, índices bursátiles éticos, etc.
¿Qué es lo que quiere transmitir el autor con el título de este apartado? Nada más y nada menos que los contenidos de la encíclica del papa Francisco que tiene como subtítulo El cuidado de la casa común. Se trata de un documento de 87 páginas, 6 capítulos, 246 párrafos y 172 referencias publicado el 24 de mayo de 2015.
Aunque el medio ambiente está presente en los contenidos de la misma, introduce el concepto de la integración de aspectos sociales sin olvidar la tecnología, la investigación, la economía, las materias primas, el agua, la energía y la política con sus respectivos impactos. Es decir, que la RSE y el mundo de la ingeniería están presentes en esta encíclica de una manera constante, ya que se incluyen los tres pilares básicos de la misma: el económico, el social y el ambiental.
El papa Francisco reflexiona y propone soluciones a lo largo de todo el documento; ya al principio cita lo que un día le dijo un anciano: «Dios perdona siempre, los hombres a veces, la tierra no perdona nunca». En esta frase está reflejada la esencia de esta encíclica. Igualmente propone una ecología integral y, para ello, reflexiona sobre la ecología ambiental, económica y social, (esto es la base de la RSE), la ecología cultural, la ecología de la vida cotidiana, el principio del bien común y la justicia entre generaciones. Son nuevos términos en lo que deberemos profundizar y que habrá que tener en cuenta en nuestras actuaciones como ingenieros, sin olvidar que los conocimientos fragmentarios y aislados pueden convertirse en una forma de ignorancia si se resisten a integrarse en una visión más amplia de la realidad.
Conclusiones
Las diferentes legislaciones, junto con las normas e iniciativas que aquí se han expuesto, pueden quedar recapituladas y resumidas en esta encíclica del papa Francisco.
El ingeniero industrial, al igual que los de otros sectores, debe asumir aspectos muy importantes y no precisamente científicos, técnicos y tecnológicos, y en general son de tipo intangible. Se percibe una corriente de pensamiento muy desarrollada que los valora mucho más que aquellos que son más científicos. Este profesional debe ser el ejemplo ante los demás por poseer unas cualidades éticas y que además las aplica en cualesquiera de las actividades que ejerza. Este va a ser el camino del éxito profesional y personal, lo que sin lugar a dudas le va a permitir ser una persona feliz con amplias posibilidades de contagiar a los que le rodeen.
El ingeniero no puede hacer un mejor trabajo; además, hoy las empresas ya lo están demandando y no es cuestión de quedarse atrás.
Pero, precisamente, mientras se procedía a la primera autorrevisión de este trabajo, y en pleno mes de septiembre de 2015, se descubría un fraude tecnológico de grandes dimensiones, por parte del primer fabricante mundial de automóviles, la compañía Volkswagen. Se trata de la instalación de un software fraudulento cuyo programa informático que controla al vehículo está preparado para modificar sus características en el momento que se someten los vehículos a un ensayo oficial de control de la contaminación, evidenciándose en la prueba que dichos vehículos emiten la tasa oficial permitida de gases contaminantes, y el vehículo puede obtener el certificado de conducción ecológica. Pero es falso, la emisión de contaminantes es inferior a la cantidad que expulsan a la atmósfera en condiciones normales de circulación. Cuando termina la prueba, el sistema informático desactiva la función de mínima contaminación y vuelve a su funcionamiento normal, en el que genera más contaminantes, del tipo de dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y otros.
Teniendo en cuenta este fraude que se ha descubierto, se desprende los comportamientos de directivos (el presidente de la compañía ya dimitió) e ingenieros involucrados no se puede decir que hayan sido muy éticos a pesar de lo que dice el código de conducta de la compañía. Extraído de su página web, textualmente dice: «Nuestro código de conducta recoge los compromisos, normas y valores que guían una actuación respetable, honesta, transparente y conforme a la legislación, facilitando una pauta de actuación para afrontar los desafíos legales y éticos del trabajo diario».
Desgraciadamente, hay más casos como este en los que no se ha tenido ningún inconveniente en trabajar en contra de la ética y, además, se ha declarado públicamente todo lo contrario. Mucho se va a hablar de este fraude, y es de esperar que se tomen medidas para que este tipo de actuaciones no se repitan. Pero si no cambian las personas, como así se propone en este trabajo, será muy difícil que estas actuaciones se puedan erradicar.
Internet
Memorias de Sostenibilidad, GRI. www. globalreporting.org
Pacto Mundial, The Global Compact. www. unglobalcompact.org
Organización Internacional del Trabajo, OIT. www.ilo. org
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE. www.oeced.org
Foro para la Evaluación de la Gestión Ética, Forética. www.foretica.org
Social Accountability Internacional, S.A.I. S.A.8.000. www.cepaa.org/sa8000.htm
Asociación Aragonesa para el desarrollo de la RSE, norma NGI/101. www.ararse.org
Laudato Si´. Encíclica. www.vatican.va
Volkswagen: www.volkswagen-audi-espana.es/downloads/codigo-de-conducta.pdf
– Mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales colaboradoras de la Seguridad Social.
– Entidades públicas empresariales.
Buena información