El efecto Aharonov-Bohm permite medir las deformaciones del grafeno
El trabajo se basa en el efecto Aharonov–Bohm, descrito en 1959, y permite detectar la presencia de un campo magnético en una región del espacio sin medir directamente sobre ella. La investigación, que ha sido publicada en la revista Nature physics, propone un camino cerrado para los electrones mediante dos impurezas y un microscopio de efecto túnel que es capaz de medir estas interferencias. Dichas perturbaciones cambian cuando en el interior de la región delimitada por el camino hay deformaciones elásticas.