Centrados en el exterior sin olvidar el interior

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El balance anual de 2012 de la industria de bienes de equipo ha traído aires de optimismo. Este año con un aumento del 7,1% se ha convertido en el primer exportador de España

La exportación es sin duda el motor de la industria de bienes de equipo, ya que le ha permitido obtener una facturación de 33.400 millones de euros. Todo hace indicar que 2013 sigue esta tendencia al conseguir en los cuatro primeros meses un incremento del 14,5%.

El sector opina que esto ha sido posible gracias a la alta competitividad industrial que se demuestra en los mercados internacionales y por el propio esfuerzo exportador de sus empresas, que en 2012 se situó en el 86% del total de su producción. Los principales clientes de equipamientos nacionales son la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá. A ellos se destinó el 72% de las exportaciones de bienes de equipo nacionales.

Estas industrias son las responsables de fabricar los bienes que se incorporan a los procesos productivos de la propia industria, así como las infraestructuras básicas de energía, transporte y comunicaciones. De ahí que sea parte de la columna vertebral de una economía avanzada. En España, el sector representa el 20% de la facturación de la industria manufacturera, en Europa esta cifra aumenta hasta el 28% y las exportaciones alcanzan un tercio de su volumen de ingresos.

La producción de bienes de equipo representa el 20% de la industria manufacturera y es parte de la columna vertebral de una economía avanzada

Durante su intervención, tras la celebración de la asamblea general de la patronal Sercobe, en la que se presentaron estos datos, su presidente, Ángel Lara, subrayó que el crecimiento del comercio exterior se debe, fundamentalmente, a la caída continuada de la demanda interna nacional de este tipo de productos, que en 2012 retrocedió un 15%. En este contexto, Lara incidió en la necesidad de que se estimule “imperiosamente” la demanda interna a fin de “reflotar” la industria y lograr una senda de crecimiento económico y de creación de empleo.

Por su parte, el secretario general del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, Luis Valero, abogó por la necesidad de fomentar una industria nueva, moderna y competitiva a pesar de la escasez de medios. Con todo ello, y en un ejercicio que Lara calificó de “difícil”, el empleo del sector de bienes de equipo ha caído el 0,5%, mientras que las importaciones lo han hecho el 7,8% y la contratación de pedidos, el 3,1%.

Sercobe representa a más de 400 empresas y agrupaciones relacionadas con el diseño, la fabricación, el mantenimiento y el montaje de bienes de equipo, que emplean a 600.000 trabajadores tanto de forma directa como indirecta.

Previsiones

La industria manufacturera busca consolidar su presencia en los mercados internacionales ante la falta de una mejora clara en la demanda interna. De esta forma, el sector se ha marcado como objetivo alcanzar el 20% de peso del PIB en 2020, desde el 16% actual, un propósito que precisa de una política económica de reindustrialización y fomento de la competitividad. Lara situó a Iberoamérica, que actualmente representa el 13,2% de las exportaciones, como área geográfica con mayor potencial de crecimiento.

Este ejercicio viene lógicamente influido por el conjunto de problemas derivados de la necesidad de afrontar los desequilibrios presupuestarios, la financiación bancaria, el desplome de la demanda interna, los altos niveles de morosidad y las reformas estructurales pendientes, y es el desempleo el problema más acuciante.

Según datos de la Secretaría de Estado de Comercio, las exportaciones mantienen las tasas positivas con una excelente situación de la balanza de pagos. Esta se sitúa en un -1,1% ante el -11,6% de 2012, y las cifras de marzo y abril son positivas. Desde distintos sectores implicados se siguen pidiendo ayudas públicas y más financiación, ya que su falta es especialmente peligrosa para el sector, que ha de realizar proyectos únicos y que requieren grandes inversiones.

Todo apunta a que la industria manufacturera y, en especial, los bienes de equipo dirigen su esfuerzo hacia un aumento de su competitividad a través del impulso de la I+D y la mejora de sus productos y procesos que les permitan mantener los niveles de producción y puestos de trabajo. Solo así se podrá consolidar su presencia en los mercados internacionales ante la falta de una mejora clara en la demanda interna.


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