Angélica Gómez González

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“Las mujeres tenemos visión global y sabemos gestionar las emociones en nuestros equipos”

Angélica Gómez González estudió ingeniería técnica industrial con la especialidad de electricidad (sección electrónica) e ingeniería en automática y electrónica industrial, en la Universidad Politécnica de Valencia. También tiene formación en peritaciones, medio ambiente y coachingejecutivo. Desde 2006 es gerente de la empresa Ger Ingenieros SLP, que fundó con su hermana. Además, ha realizado trabajos relacionados con la asesoría medioambiental dentro del Grupo Profesional Lex, desde 2004 hasta la actualidad.

En el ejercicio libre de la profesión, ha llevado a cabo, desde 1996, la realización de trabajos de ingeniería tanto en el sector servicios como en el sector industrial, y anteriormente fue técnica de mantenimiento en una empresa de ascensores. En marzo de 2009 entró a formar parte de la junta de gobierno del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales y de Grado de Valencia, inicialmente como vocal, posteriormente como vicedecana, en 2012, y desde marzo de 2016 tiene el cargo de decana.

¿Qué opina sobre la presencia que tie-ne la mujer hoy en día en el ámbito de la ingeniería?

Creo que aún es muy baja, apenas ha aumentado el número de ingenieras desde que yo estudiaba, al menos en nuestra titulación. En los últimos años, en Valencia hemos pasado, aproximadamente, del 10% al 15%, y creo que hace muchísima falta que la mujer incremente su presencia en la ingeniería.

En su caso, ¿qué le llevó a cursar estudios de ingeniería técnica industrial?

A pesar de ser de letras, tenía claro que el futuro estaba en las carreras tecnológicas, y qué mejor que la relacionada con la industria. Desde los 17 años tenía claro que la industria era todo y que su futuro estaba asegurado.

Decanas ingenieras

La mayor presencia de las mujeres en la ingeniería, en comparación con décadas pasadas, es patente en la representación institucional de los Colegios de Graduados en Ingeniería de la rama industrial e Ingenieros Técnicos Industriales, a pesar de representar todavía un pequeño porcentaje respecto a sus compañeros de profesión. La primera decana que hubo en la organización no llegó hasta 2001, con el nombramiento de María del Carmen Encinar Núñez, del Colegio de Valladolid, que ostentó el cargo hasta 2009. En la actualidad, la organización cuenta con tres decanas, en los Colegios de Sevilla, Badajoz y Valencia. Técnica Industrial las ha entrevistado para conocer su punto de vista sobre diversas cuestiones y temas comunes.

¿Recuerda cuántas alumnas había en su clase?

Claro, éramos 10 de 100 aproximadamente, es decir, el 10% al que me refería antes.

Las mujeres son mayoría en las universidades españolas, pero solo representan el 25% de los alumnos de las ramas de ingeniería y arquitectura, según datos del Ministerio de Educación. Sin embargo, las estudiantes sa-can mejores notas de media que los chicos en la educación secundaria. ¿Por qué piensa que las chicas no se deciden en mayor medida a estudiar una ingeniería? ¿Es una cuestión de estereotipos sociales, porque se sigue considerando que las carreras técnicas son más bien estudios de hombres?

Creo que el motivo principal es que se sigue asociando la ingeniería al género masculino. Hay que dar visibilidad a la mujer ingeniera y que las jóvenes comprendan que ellas también lo pueden ser. Por otro lado, hay estudios que indican que la mujer es perfeccionista y le gusta controlar lo que hace, tener la certeza de que va a tener éxito. Las carreras técnicas llevan en su desarrollo una complejidad que puede hacerles pensar que no van a llevar esos estudios a buen término. La realidad es que si queremos, podemos, y quizás nos falta creer un poco más en nuestras posibilidades.

¿Qué les diría a las jóvenes estudiantes para animarlas a estudiar y dedicarse profesionalmente a la ingeniería?

La profesión de ingeniero es fundamental para la evolución y el desarrollo de la sociedad. Construimos el futuro con nuestro ingenio, detectamos problemas y les damos solución. Somos muy versátiles, nos adaptamos a los cambios y a las necesidades de nuestro entorno. Chicas, debemos de estar ahí, debemos ayudar al desarrollo tecnológico de la humanidad. Suena inmenso pero es real, las carreras tecnológicas tienen en sus manos la innovación y la evolución del mundo.

En general, ¿cómo cree que ha evolucionado el perfil de los estudiantes de ingeniería en los últimos años? ¿Y en el caso de las mujeres?

Creo que los jóvenes no afrontan la vida ni la universidad de la misma forma que nosotros. Cuando yo estudiaba, querías disfrutar al máximo de la universidad y de todo lo que te ofrecía, querías ser independiente y te esforzabas por conseguirlo, te buscabas la vida y te lanzabas a la piscina muchas veces. Ahora, la mayoría de estudiantes no sabe por qué están estudiando ingeniería, ni qué quieren hacer después. Tienen mucha más información, pero lo complicado es saber utilizarla. Los estudiantes deben reaccionar y ser más proactivos. Desde el colegio estamos fomentando este cambio a través de diferentes charlas y participando en la asignatura de Oficina Técnica. El perfil del estudiante que describo no tiene género, es tanto hombre como mujer.

¿Costará todavía llegar a una paridad en el ámbito científico-técnico?

Por desgracia creo que sí, queda mucho trabajo de educación a edades tempranas en igualdad para que esta llegue al ámbito técnico.

¿Cómo fue su incorporación al mercado laboral como ingeniera?

Fue a las bravas. Yo siempre había querido tener mi propia ingeniería y nada más terminar la carrera, me surgió la oportunidad y me dije: “Esto es lo que tú siempre has querido hacer, cógelo y lo que pierdas en dinero, lo ganarás en experiencia”. Y ahí seguimos, al pie del cañón 25 años después. Desde luego a mí me fue bien, pero creo que es más conveniente coger primero experiencia en alguna empresa antes de lanzarse a crear la tuya propia. No obstante, si en cualquier momento surge la oportunidad no hay que desaprovecharla.

¿Qué puede aportar de especial una mujer a la ingeniería y qué cualidades son las que más valoran las empresas?

Las mujeres tenemos una visión global de las cosas, además gestionamos las emociones y las incluimos en el buen funcionamiento de nuestros equipos de trabajo. Las empresas demandan profesionales que resuelvan problemas y aumenten su productividad, y creo que históricamente, la mujer ha demostrado que está sobradamente capacitada para ambas cosas.

¿Cree que una mujer tiene más complicaciones que un hombre para llegar a un alto cargo?

Si me voy a mi caso personal digo que no, pero entiendo que hay muchas circunstancias que crean ese techo de cristal sobre las mujeres para llegar a puestos de responsabilidad. La culpa es tanto de los hombres como de las mujeres, y debemos trabajar juntos para eliminarlo.

¿Qué responsabilidades desempeña en la actualidad?

En la actualidad compagino el trabajo en mi empresa de ingeniería con mi representación institucional como decana del Cogiti de Valencia. Además, soy secretaria de Unión Profesional y presidenta de la Mesa de la Ingeniería Valenciana. Cuando se tiene ilusión y se cree en una misma se puede con todo. Alguna vez me han denominado de forma cariñosa ciclogénesis, y lejos de molestarme, creo que hay que serlo un poco para cambiar las cosas.

Como mujer ingeniera, ¿tiene alguna anécdota que nos pueda contar que le haya ocurrido en el desempeño de su trabajo?

Claro que sí. Al inicio de mi andadura profesional, como las ingenieras éramos raras de ver, siempre despertaba curiosidad cuando iba a Iberdrola o a Industria, los compañeros venían a verme y todo. A mí me divertía la situación y siempre saqué ventaja de ello. Menos mal que eso queda lejos y ya es normal ver ingenieras en todos los sitios, no somos muchas pero nos hacemos notar, eso sí.

¿Qué es lo que más le gusta de su profesión y de su trabajo?

Lo que más me gusta de mi profesión es la versatilidad, la variedad de trabajos que desempeñamos. Un día haces labores de investigación, otro de negociación o desarrollo técnico e infinidad de acciones diferentes y dispares. Yo siempre digo que a los ingenieros técnicos industriales no se nos caen los anillos por estar abajo, al pie de cadena de producción, y tampoco nos tiembla el pulso arriba, tomando decisiones importantes para el buen funcionamiento de las empresas.

Como decana del Colegio de Valencia, ¿cómo ve la situación actual de los profesionales colegiados y cómo se les puede ayudar desde el colegio?

Veo que tenemos mucho futuro por delante, pero que nuestro tipo de trabajo va a cambiar al igual que cambia vertiginosamente todo nuestro entorno. El colegio estará siempre al lado de sus colegiados para ayudarles a adaptarse a las necesidades del mercado y a ser excelentes profesionales hagan lo que hagan. Queremos que los compañeros nunca piensen que están solos en su día a día laboral: su colegio siempre los acompaña, ya que somos, como me gusta denominarnos, su familia profesional.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Mi próximo proyecto personal es asesorar a otras personas, especialmente mujeres, que quieran posicionarse y ascender en sus empresas, y que mediante una estrategia y un plan de acción consigan sus objetivos, igual que yo los he conseguido en diferentes etapas de mi vida. En el ámbito colegial quiero que nuestra profesión se posicione como agente de consulta indispensable tanto para la Administración como para la sociedad en general.

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