Recomendaciones para reducir la contaminación en el sur de Europa
Como apunta Xavier Querol, investigador del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) y coordinador de Airuse Life+, este tipo de contaminación tiene condiciones y fuentes de emisión particulares que son más relevantes en el sur que en el norte de Europa. «El hecho de que la lluvia sea menos abundante en el las ciudades del sur hace que la atmosfera no se limpie y las partículas estén continuamente en suspensión», señala Querol.
Entre las fuentes de emisión que provocan la contaminación ambiental se encuentran las emisiones del tráfico rodado, las industrias, los barcos, el polvo de las obras, el polvo africano, el doméstico y el de los parques (que son a menudo de tierra, frente a los parques con hierba de los países nórdicos). Según apuntan los investigadores, otra fuente de partículas que está aumentando es la quema de biomasa. Por lo que los científicos recomiendan certificar las estufas, calderas de biomasa y pellets. Apunta Querol que «es clave su regulación ya que algunos de los pellets que se están utilizando, como los de madera reciclada, arrojan niveles muy importantes de contaminantes y actualmente no hay ninguna certificación en los países del sur de Europa».
Las recomendaciones también mencionan el riego de las calles tres o cuatro horas antes de la hora punta del tráfico para reducir las resuspensión de las partículas, el uso de nanopolímeros para evitar la creación de polvo en parques de tierra, la implantación de zonas de baja emisión en las ciudades a las que se prohíba la entrada de los vehículos más antiguos que consumen diésel y medidas para favorecer la entrada de coches eléctricos, entre otras.
En España, estas recomendaciones se han trasladado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, al Departament de Medi Ambient de la Generalitat de Cataluña y a los ayuntamientos de Barcelona y Madrid. Además, los científicos han revisado las medidas que se aplican en las ciudades del norte y el sur de Europa para comprobar su eficacia. Así han llegado a la conclusión, por ejemplo, de que Alemania es uno de los pocos sitios donde la implantación de zonas de baja emisión ha sido efectiva