Industria y energía suman la mitad del negocio de las empresas de ingeniería
Dentro del sector empresarial de la ingeniería en España, la rama a la que más frecuentemente se orientan las empresas españolas es la ingeniería civil (70%), seguida de edificación y urbanismo (52%), medio ambiente (50%), industria y energía (40%) y, por último, servicios tecnológicos (28%), teniendo en cuenta que una empresa puede desarrollar su actividad en más de un sector, en cuyo caso aparece contabilizada más de una vez. Esta distribución no se corresponde, sin embargo, con los volúmenes de negocio generados, ya que es la actividad de industria y energía la que lidera ese ranking con el 49,5% del total, seguida de la ingeniería civil (23,8%), los servicios tecnológicos (11,7%), el medio ambiente (8,5%), y la edificación y el urbanismo (6,5%).
Dentro del subsector de edificación y urbanismo, el project management español centra su experiencia en edificación y urbanismo, distribuyéndose en oficinas y sedes corporativas (16,9%), hospitales y residencias (14,4%), centros comerciales y grandes superficies (13,3%), edificación residencial (12,8%), edificación pública (12,8%), industria (12,3%), según el informe España: sector de Ingeniería y consultoría, en el que han colaborado ICEX, AEDIP, Tecniberia y WorldWideEngineering.
Internacionalización
Por otra parte, la ingeniería es uno de los sectores más activos en materia de internacionalización (elevado número de referencias y casos de éxito a nivel internacional, progresiva incorporación de recursos especializados, relevante red internacional de filiales o delegaciones, progresiva apertura de nuevos mercados, etc.). La imagen del sector a nivel internacional ha ido mejorando progresivamente de manera notable, en parte por factores propios (excelencia técnica, buena relación calidad-precio, cualidades humanas, etc.) y en parte por factores ajenos (liderazgo español en determinados sectores conexos al mundo de la ingeniería: transporte, alta velocidad ferroviaria, energías renovables, desalinización de agua de mar, etc.). También destacan entre las fortalezas del sector su acreditada capacidad para desarrollar trabajos con una elevada calidad técnica, su potencial para poder ofrecer servicios especializados y personalizados o la satisfactoria relación calidad-precio a nivel nacional e internacional.
Según datos de Tecniberia para el citado informe, la actividad que más ingresos ha generado en el exterior a las empresas de ingeniería españolas ha sido, con diferencia, la de industria y energía, que ha supuesto más de las tres cuartas partes del total (el 76,2%) provenientes, en su casi totalidad (el 97,6%), del sector privado. Le sigue, en volumen, el área de medio ambiente con el 10,8%, con un claro origen en el ámbito privado (95,5%), y la ingeniería civil con el 9,3%, aunque en este caso destaca la proveniencia pública de los ingresos con más de las dos terceras partes del total (68,3%). Por último, con presencias ya menores, se encuentran edificación y urbanismo (el 3,5%) con un claro predominio del mercado público (86,2%) y los servicios tecnológicos que con el 0,21%, provenientes en su mayoría (62,8%) del ámbito privado, cerrarían el total.
En definitiva, el peso de la industria es fundamental en el desarrollo de las capacidades, en la innovación, en el diseño, en el desarrollo de nuevos productos y en las exportaciones de un país. La reindustrialización de nuestra economía depende de que todas las partes implicadas en el sector industrial unan sus esfuerzos.