Museo Nacional de Ciencia y Tecnología
Los 380 objetos de la colección permanente, de las 14.000 piezas que alberga este museo, representan la evolución y el desarrollo de la ciencia y la tecnología desde el Renacimiento
Los buscadores de estrellas tienen una cita obligada con el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología: en sus salas se encuentra una de las mejores colecciones de astrolabios de España. El astrolabio es un instrumento que permite determinar las posiciones de las estrellas sobre la bóveda celeste. La palabra astrolabio significa etimológicamente “el que busca estrella”, y debe su procedencia al griego (astro, estrella y labio, el que busca). Durante los siglos XVI hasta el XVIII el astrolabio fue utilizado como el principal instrumento de navegación hasta la invención del sextante.
Por supuesto, en este museo también hay sextantes, cuadrantes y compases. Pero también relojes de sol, planisferios, esferas armilares, globos celestes y terrestres y diversos instrumentos topográficos. Los navegantes de este museo podrán imaginar las difíciles travesías que hacían otros marineros a lo largo del tiempo y de los instrumentos de los que se valieron para que sus trayectos no fueran muy arriesgados. El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología tiene en la actualidad unos 380 objetos en su exposición permanente. Sus almacenes, no obstante, albergan 14.000 piezas. Este conjunto representa la evolución y el desarrollo de la ciencia y la tecnología desde el Renacimiento.
Instrumentos de medida
Y es que en este museo los protagonistas son los instrumentos: los que mi-den el universo y los que miden la Tierra. La investigación científica ha tenido entre sus preocupaciones el obtener mediciones precisas a lo largo de la historia. El hombre ha mirado también las estrellas para saber algo más de la Tierra; la vida cotidiana ha estado siempre regida por las medidas. El conocimiento del paso del tiempo y las diferentes estaciones del año era fundamental para organizar las labores agrícolas. Las unidades monetarias, de peso o equivalencias eran imprescindibles para el comercio, y en las herencias era esencial conocer la superficie de las tierras a heredar para que el reparto fuera equitativo. Todas esas medidas que consideramos tradicionales eran muy sencillas e intuitivas y, sobre todo, más prácticas que científicas, como en el caso de la fanega, que representaba el rendimiento y no la superficie de una finca. Pero la comunicación entre ciencia y sociedad siempre se ha dado: instrumentos como anemómetros y barómetros han servido a las dos.
De sus colecciones destacan los instrumentos de los siglos XVI a XVIII cedidos por instituciones educativas como el Instituto San Isidro, institución heredera de las colecciones de la Real Academia de Matemáticas de Felipe II, del Colegio Imperial y de los Reales Estudios de San Isidro, y el Instituto Cardenal Cisneros. Estas colecciones suponen un vínculo directo y una continuidad con la labor educativa del museo. Las colecciones de instrumentos científicos de otros periodos posteriores llegaron al museo desde otras instituciones educativas como la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Complutense de Madrid y otros centros como el Instituto Geográfico Nacional.
Las colecciones más antiguas del museo son las relacionadas con las áreas de conocimiento vinculadas a la astronomía, las matemáticas, la física y la geo física. Pero este museo no sólo se queda en los siglos XVI y XVIII, sino que llega al siglo XX con otras colecciones como la de los relojes o la de las cámaras fotográficas. Con esta última se pretende mostrar la evolución de la fotografía a lo largo de más de 150 años y, paralelamente, el desarrollo de la técnica fotográfica y su aplicación científica. Mención especial merecen también las colecciones industriales del museo, compuestas por maquinaria de todo tipo, desde una rotativa de periódico de 1916 hasta una colección de vehículos, entre los que se encuentra alguno perteneciente a la casa Real, pasando por una extensa colección de gramófonos, teléfonos, máquinas de escribir, aparatos de radio y televisores.
En la estación de Delicias
El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología fue creado por Real Decreto de junio de 1980 y desde ese momento su equipo comenzó a reunir una colección de instrumentos y aparatos testigos de la evolución de la ciencia y la tecnología, especialmente en nuestro país. El museo está ubicado en la antigua estación de Delicias, cuyo edificio, inaugurado en marzo de 1880, es un ejemplo representativo de la arquitectura del hierro realizada por Emile Cachèveliere, quien estuvo vinculado con la escuela del célebre ingeniero Alexander Gustave Eiffel.
Sus programas educativos, una de las prioridades actuales del museo, potencian tanto la cultura científica como la importancia de la historia de la ciencia y la tecnología y la de dar a conocer su patrimonio. Para llevar a cabo esta labor, el museo cuenta con la ayuda de la Fundación de Apoyo al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, en la que sus consejeros científicos, todos ellos figuras relevantes de la ciencia y la ingeniería española, participan en la organización de programas educativos y de divulgación para todo tipo de público. La Fundación actúa también en el desarrollo y la gestión de los proyectos de investigación y de divulgación científica que se llevan a cabo en este centro. Ambas instituciones participan cada año en diversas actividades, programas y exposiciones con otros centros españoles y extranjeros, así como con aquellos expertos que solicitan su colaboración.
El departamento de educación realiza diversas acciones encaminadas a difundir entre los distintos públicos la importancia del progreso científico y técnico. El museo dedica especial atención a los más jóvenes, procurando estimular en etapas tempranas de su formación la curiosidad por el mundo que nos rodea y buscar una activa colaboración e implicación de éstos en sus objetivos a través de programas como Charlando con nuestros sabios y Los talleres del museo.
La colaboración con otras instituciones educativas como colegios e institutos de educación secundaria tiene su espacio en el ciclo Chicos y grandes en el museo, en el que los alumnos, tutelados por sus profesores, pueden exponer en el museo sus proyectos científicos o incluso formarse como monitores y realizar visitas guiadas a través del programa Visitas muy animadas. Por su parte, los Maratones científicos son un foro de discusión dirigido por científicos y expertos en el que puede participar cualquier persona interesada en conocer los últimos avances de la ciencia y la tecnología.
Otras líneas de actuación del museo se desarrollan a través de su participación en jornadas de divulgación científica como la Feria Madrid por la Ciencia, evento en el que el museo participa cada año con un centro escolar de la Comunidad de Madrid o la Semana de la Ciencia, jornadas de puertas abiertas en las que año tras año va consolidando su ciclo de cine científico, en el que cinéfilos y científicos analizan desde distintos puntos de vista las proyecciones programadas.
MÁS INFORMACIÓN
Museo Nacional de la Ciencia y la Tecnología
Dirección:
Paseo de las Delicias, 61. Madrid
Internet:
www.mec.es/mnct
Teléfono:
91 530 31 21
Horario general:
De martes a sábado, de 10:00 a 14:00 h y de 16:00 a 18:00 h. En julio y agosto, de 9:00 a 15:00 h. Domingos y festivos, de 10:00 a 14:30 h. Lunes cerrado. Cerrado los días 24, 25 y 31 de diciembre, 1 y 6 de enero, Viernes Santo, 1 y 15 de mayo.
Precio:
Entrada Gratuita.
Inauguración:
1880
Director:
Amparo Sebastián Caudet