AQUILA a-LIFE, un proyecto para salvar el águila Bonelli de los tendidos eléctricos
El proyecto AQUILA a-LIFE, con financiación europea, estará vigente hasta 2022 y se centra en el águila de Bonelli, una de las rapaces más amenazadas de Europa. Este proyecto toma el relevo de otro anterior, Life Bonelli, y durante su vigencia se liberarán águilas de Bonelli en el centro y norte de España y en la isla italiana de Cerdeña y se corregirán tendidos eléctricos peligrosos para estas aves
Ernesto Álvarez, Manuel Galán y Carlota Viada
El águila de Bonelli (Aquila fasciata) es una de las aves rapaces que se encuentra en regresión en gran parte de sus poblaciones. España (733-768 parejas, incluida Mallorca), Italia (34-28 parejas en Sicilia) y Francia (30 parejas) concentran el 47% de la población del Mediterráneo occidental. Su declive en Europa (hay un 35% menos que en la década de 1970) contrasta con la estabilidad o incluso la recuperación durante este mismo periodo de otras grandes rapaces, como el águila imperial ibérica y el águila real, con las que compartiría problemas y amenazas. El punto débil del águila de Bonelli podría ser su elevada vulnerabilidad a la electrocución, ya que también utiliza (a diferencia de las otras grandes águilas) las partes interiores de las crucetas, donde el riesgo se multiplica.
El águila de Bonelli habita en zonas muy variables. Prefiere zonas rocosas y cortados en general para hacer sus nidos, aunque también puede realizarlos en árboles. Su alimentación se basa en las especies presa más abundantes, y se decanta por el conejo, la perdiz, la paloma y la gaviota, aunque no desdeña córvidos, lagartos ni culebras.
Los juveniles se concentran en sus primeros años en zonas con gran cantidad de alimento. Posteriormente, buscan incorporarse a algún territorio donde haya algún ejemplar viudo, o bien fundar territorios nuevos o desaparecidos hace algún tiempo. Gracias a las liberaciones de ejemplares entre 2013 y 2017, el proyecto Life Bonelli ha hecho posible la formación de 15 territorios de águila de Bonelli. AQUILA a-LIFE pretende continuar estos buenos resultados.
La principal causa de muerte no natural de la especie es la electrocución; también hay casos de colisión, aunque menos numerosos. Los datos obtenidos durante Life Bonelli no muestran que la persecución directa sea actualmente uno de sus principales problemas. En cuanto a la mortalidad natural, aparecen casos por enfermedades (tricomoniasis) y depredación o ataques por parte de otras grandes rapaces.
Esfuerzos para evitar su extinción
Desde 1997, el águila de Bonelli ha sido objetivo de hasta nueve proyectos con fondos LIFE de la Unión Europea en di-versas regiones españolas (Navarra, Extremadura, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja, Álava y Murcia), a los que hay que sumar otros dos dedicados exclusivamente a la corrección de tendidos eléctricos en Aragón y Murcia.
Además, se está ejecutando otro proyecto en Portugal para el águila de Bonelli y otras tres especies en la zona fronteriza del Duero con España (Life Rupis) y otro en Italia para favorecer a las poblaciones sicilianas de águila de Bonelli y otras dos aves rapaces (Life Conrasi). Y en 2018 se acaba de aprobar otro más en el Mediterráneo oriental (Bonelli’s East Med) en Grecia, Chipre e Israel.
Las iniciativas de conservación del águila de Bonelli en España abordaron los principales factores que habían llevado al brusco desplome poblacional de la especie entre las décadas de 1970 y 1990 y se centraron en la disminución de molestias y en las causas de mortalidad (vigilancia de nidos, recuperación de especies presa, gestión de zonas de escalada, campañas de divulgación y corrección de tendidos). La mayoría fueron acciones localizadas en regiones e incluso en provincias o enclaves concretos, de manera que la visión de los problemas a los que se enfrenta la población ibérica de águila de Bonelli se había limitado a una perspectiva local y no metapoblacional.
El legado del proyecto Life Bonelli
A pesar de esos esfuerzos, las poblaciones de águila de Bonelli no solo no se recuperaron, sino que siguieron disminuyendo y se estaba quedando tan menguada que diversas entidades públicas y privada decidieron en 2012 actuar con decisión antes de que la especie llegara a una situación más grave y promovieron el proyecto Life Bonelli. Su estrategia se basaba en llevar a cabo una dispersión dirigida de ejemplares nacidos en cautividad y trasladados desde la saludable población andaluza, mediante una técnica que los fija al territorio, lo que ha permitido la liberación de casi un centenar de aves en Madrid, Mallorca, Navarra y Álava.
Gracias a Life Bonelli hemos asistido al asentamiento de una nueva población de águila de Bonelli, actualmente en crecimiento, en Mallorca, donde se había extinguido en la década de 1970. En 2017 la nueva población mallorquina de águila de Bonelli estaba ya formada por unos 30 ejemplares y siete parejas territoriales. Entre 2014 y 2017 han nacido en esta isla 11 pollos en libertad de cuatro parejas reproductoras diferentes.
Mientras tanto, en el límite entre Burgos y Álava, en 2015, nació un pollo de una pareja cuya hembra era un ave liberada por Life Bonelli. A fecha de 2017 en Madrid se han formado dos parejas de la especie, que también se ha instalado territorialmente en provincias limítrofes como Toledo y Guadalajara. En Navarra se ha formado una pareja con ejemplares reintroducidos que se espera que críe cuando alcance la madurez sexual.
Las gestiones de las entidades socias de Life Bonelli ante compañías eléctricas y Administraciones públicas han hecho posible la corrección de un buen número de tendidos peligrosos para la especie durante los cuatro años de proyecto. Sin embargo, la tarea es ardua, ya que son decenas de miles de apoyos los que hay en toda el área de distribución del águila de Bonelli y hace falta complementar las correcciones con una nueva aproximación formativa y de gobernanza como la que se plantea en el nuevo proyecto AQUILA a-LIFE.
Llega un nuevo proyecto
Con una vigencia de cinco años (de 2017 a 2022), el proyecto AQUILA a-LIFE ha tomado el relevo de Life Bonelli con la misma especie, ya que los proyectos de reintroducción o reforzamiento de poblaciones de fauna salvaje a menudo requieren varias etapas de desarrollo.
El equipo que de AQUILA a-LIFE es prácticamente el mismo equipo que el de Life Bonelli, por lo que ya está consolidado. En el nuevo proyecto, el socio coordinador es GREFA, ONG que gestiona un hospital de fauna salvaje desde Majadahonda (Madrid). El resto de socios son la Diputación Foral de Álava, GAN-Gobierno de Navarra, Fundació Natura Parc (en Santa Eugènia, Mallorca), ISPRA (Gobierno de Italia) y Ligue pour la Protection des Oiseaux (LPO/BirdLife, en Francia).
¿Qué pretende AQUILA a-LIFE?
AQUILA a-LIFE quiere contribuir a aumentar la distribución del águila de Bonelli en el Mediterráneo occidental e invertir su tendencia poblacional regresiva, para ayudar a la restauración de los ecosistemas donde habitaba antaño.
Para ello incluye continuar la liberación de ejemplares, con una metodología cuya efectividad ha sido demostrada previamente en el proyecto Life Bonelli, incluyendo zonas donde estas sueltas han tenido resultados positivos (Madrid, Navarra y Álava), y replicando la experiencia a zonas nuevas como Cerdeña.
Otro pilar esencial de AQUILA a-LIFE abordará las principales amenazas de las nuevas poblaciones de águila de Bonelli, con varias acciones muy intensas dedicadas a prevenir y reducir las electrocuciones mediante el trabajo conjunto con sectores clave como compañías eléctricas, autoridades ambientales e industriales, ingenieros técnicos industriales, empresas de I + D + i y fabricantes de material aislante, asociaciones de conservación, ayuntamientos, sectores cinegéticos y voluntarios, entre otros.
Dado que el águila de Bonelli comparte sus problemas (sobre todo la electrocución) con otras especies de rapaces, estas también se verán beneficiadas de las acciones de este proyecto, particular-mente el águila imperial ibérica, el águila real y el águila culebrera, entre otras.
La implicación de los ingenieros
Dado que uno de los pilares de este proyecto es minimizar el impacto de la electrocución de avifauna, y más en particular del águila de Bonelli, en tendidos de distribución, la implicación del colectivo de ingenieros técnicos industriales es fundamental. Por ello, el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI) ha manifestado su apoyo al proyecto Aquila a-Life, con el fin de conseguir una red eléctrica segura para las aves.
Como indican desde el Equipo de Coordinación-GREFA, se trata de un proyecto en el que hay depositadas muchas esperanzas de que, junto con otras iniciativas públicas y privadas también en marcha, haya un antes y un después en la mortalidad por electrocución de avifauna en España.
Ernesto Álvarez, Manuel Galán y Carlota Viada son miembros del equipo de coordinación de GREFA del proyecto AQUILA a-LIFE.