Nueva grasa lubricante más ecológica cuya base es el aceite de ricino y la celulosa
Un equipo de investigadores de
Los lubricantes que se emplean en la industria se elaboran a partir de componentes no biodegradables, como aceites sintéticos o derivados del petróleo, y espesantes fabricados con jabones metálicos o derivados de la poliurea (una familia de polímeros sintéticos). Hoy por hoy son los que mayor rendimiento proporcionan, pero también los que plantean más problemas desde un punto de vista medioambiental.
Cada año millones de toneladas de aceites hidráulicos, industriales y procedentes de maquinarias se vierten en ríos, mares y campos. Los aceites basados en minerales llegan a contaminar las aguas subterráneas durante más de cien años, y pueden inhibir el crecimiento de los árboles y ser tóxicos para la vida acuática. Hasta ahora, se habían encontrado soluciones parciales a este problema, como sustituir el aceite mineral de los lubricantes por otro vegetal, pero no se habían descubierto alternativas a los espesantes metálicos, también de alto poder contaminante. La nueva grasa ecológica aporta una solución, aunque los científicos reconocen que hay que seguir investigando para perfeccionar su comportamiento como lubricante y su efecto anti-desgaste.