José Alejandro Reveriego Martín

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“Los convenios entre la Universidad y las empresas hacen que el conocimiento fluya”

Inauguramos una nueva serie de entrevistas con la intención de dar a conocer el incesante trabajo que desempeñan cada día los profesionales que conforman el colectivo de ingenieros técnicos industriales. Como entrevistarlos a todos sería una misión imposible, pretendemos al menos reflejar la importante labor que realizan en la sociedad con una selección de estos profesionales, propuestos por los distintos colegios de ingenieros técnicos industriales.

José Alejandro Reveriego Martín ha dedicado la mayor parte de su vida profesional a la docencia y la investigación. Profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Béjar (Universidad de Salamanca), director del Departamento de Ingeniería Mecánica, e incansable investigador, este ingeniero técnico industrial colegiado en Salamanca ha participado en destacados proyectos de I+D, y ha abierto interesantes líneas de investigación, que no han pasado inadvertidas en el ámbito académico y empresarial: asesoramiento y diseño de estructura industrial para el soporte de sistemas ópticos y electrónicos, diseño de paneles sándwich para naves industriales o caracterización mecánica de pieza de composite para automoción, entre otros interesantes proyectos.

– La evolución de la mayor parte de las profesiones, y particularmente en el caso de las técnicas, está condicionada por el contexto económico, social y tecnológico del momento, ¿Cómo valora la profesión de ingeniero técnico industrial en la actualidad?

No hace mucho tiempo tuve la ocasión de conversar con un compañero de profesión que celebraba sus bodas de oro en la misma. En el transcurso de la conversación me recordó la importancia de los ingenieros técnicos en otras épocas de la historia, fundamentalmente en la revolución industrial de nuestro país, que a él le tocó vivir. Por eso, creo que en la situación de crisis en la que vivimos, la profesión de ingeniero técnico industrial debería ser una de las más valoradas por nuestra sociedad.

¿Y en el ámbito académico, como profesor de ingeniería mecánica?

En el ámbito universitario estamos viviendo unos tiempos de cambio muy importantes para la profesión del ingeniero técnico industrial. Los nuevos planes de estudio adaptados a Bolonia aportan un valor añadido a los futuros graduados en ingeniería. Los actuales estudiantes van a adquirir nuevas competencias en materias comunes a la rama industrial que les van a dar una formación mucho más sólida, dejándoles en una mejor situación en el mercado laboral.

El mercado laboral actual es muy competitivo para todos los profesionales y especialmente en el ámbito de la ingeniería. ¿Cómo preparan en la Universidad a los alumnos para enfrentarse a esta situación?

En el entorno universitario que más conozco, el estudiante de ingeniería recibe una formación básica muy sólida, que es común para todas las especialidades durante los dos primeros años. Esto permitirá al futuro ingeniero adquirir unas competencias que a la larga le van a facilitar una mayor versatilidad laboral. Esta formación se acompaña de una especialización, lo suficientemente amplia, como para que el alumno/a pueda especializarse en aquel sector tecnológico que mejor se adapte a sus intereses profesionales. La realización de prácticas de empresa, algo habitual ya en el mundo universitario, y la formación continua hacen que el profesional sea mucho más competitivo en el mercado laboral actual.

¿Cree que es necesario mejorar la colaboración entre el mundo de la Universidad y el de la empresa para desarrollar nuevos proyectos que, sin duda, revertirán en la sociedad?

Por supuesto, no solo lo creo necesario sino imprescindible en el mundo de la ingeniería industrial. Creo, sinceramente, que el conocimiento que tenemos es útil mientras lo podamos transmitir. Los convenios de colaboración Universidadempresa son esas vías de comunicación que hacen que el conocimiento fluya y todos podamos ser mucho más competitivos en nuestros respectivos ámbitos.

En su afán por adaptarse a los nuevos tiempos, los colegios de ingenieros técnicos industriales están realizando un gran esfuerzo por ofrecer más y mejores servicios a sus colegiados, como la formación continua. ¿Qué opina de este tipo de iniciativas?

Dentro de las colaboraciones de la Universidad, en el ámbito de la ingeniería industrial, se encuentra la colaboración de las escuelas de ingeniería con sus respectivos colegios profesionales. Durante ocho años he formado parte del equipo directivo de la ETSII de Béjar y, durante ese tiempo, esa dirección potenció la formación continua en colaboración con los colegios, especialmente los de su zona de cobertura. Por tanto, no solo estoy de acuerdo con este tipo de formación, sino que creo que debería potenciarse más. Los ingenieros necesitamos estar en continua formación.

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