Liderando la revolución

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Cuando empezamos a pensar en la situación de la profesión de ingeniero técnico industrial y las necesidades de nuestros colegiados, con el papel en blanco frente a nosotros, las primeras ideas que nos vinieron a la cabeza fueron «más y mejores oportunidades profesionales», «más y mejores servicios a nuestros colegiados», y por supuesto, «incrementar exponencialmente el valor de la profesión de ingeniero técnico industrial».

Hace más de un año, el presidente del Cogiti, Jose Antonio Galdón, presentó las bases del entonces «proyecto de Acreditación del Desarrollo Profesional Continuo (DPC) Ingenieros». Recuerdo que comenzó su exposición diciendo «los ingenieros técnicos tenemos la oportunidad de liderar una revolución que hará a los colegios profesionales españoles no solo garantes de la profesión, sino también verdaderas fuentes de servicios para sus miembros, las empresas y la sociedad». Un año después, y tras la implantación exitosa del Sistema de Acreditación DPC, numerosos colegios profesionales, no solo de ingeniería, están siguiendo los pasos de lo que podríamos llamar «la revolución de los servicios de los colegios profesionales».

El Sistema de Acreditación DPC Ingenieros ha iniciado un proceso de adaptación cultural sin precedentes tanto en los colegios profesionales, criticados a veces por su inmovilismo, como entre sus colegiados. Este camino tiene en el horizonte el fomento de unos valores inherentes al desempeño de la profesión, tales como la formación continua, la superación, la competitividad, los servicios de calidad, y la integridad profesional y personal. También está en el horizonte la aportación de valor añadido a nuestros colegiados, ayudándoles a que puedan presentarse a sus clientes y a las empresas como lo que son, es decir, grandes y cualificados profesionales.

«Numerosos colegios profesionales, no solo de ingeniería, están siguiendo nuestros pasos»

La empleabilidad de los ingenieros y la gestión del talento localizado en los 93.000 ingenieros que conforman el colectivo, es uno de los grandes retos donde de forma innovadora el Sistema de Acreditación DPC ha entrado rompiendo moldes. La acogida en el mercado de contratación y selección de personas ha sido espectacular, especial-mente desde las empresas de «cazatalentos» con las que el Cogiti ha firmado acuerdos, como por ejemplo Michael Page International, Hays, Catenon, y Norman Broadbent. Gracias a la Acreditación DPC, un ingeniero contará con un currículum vítae certificado, es decir, que ha sido validado por una corporación de derecho público. Este currículum pone en valor en los procesos de recluting el talento y el compromiso con la profesión, dotando de esta manera a los candidatos de una gran ventaja competitiva. La reacción de nuestros socios ante el sistema es natural, si consideramos que un reciente estudio de McKinsey Quarterly ha puesto de manifiesto que la búsqueda de personas con talento sería la mayor preocupación de las empresas la próxima década.

La creación de una marca personal, los beneficios en el seguro de responsabilidad civil de ingenieros, la movilidad internacional y los descuentos en formación son algunas de las formas en que la Acreditación DPC materializa los nuevos servicios a los colegiados y avanza en el cambio cultural. La revolución acaba de empezar y el Cogiti se encuentra a la cabeza consolidando nacional e internacionalmente «la marca Ingeniero Técnico Industrial». Para empezar un gran proyecto hace falta valentía; para llevarlo a cabo, perseverancia, y viendo el camino andado este último año estamos alcanzado los objetivos que nos propusimos cuando la Acreditación DPC era tan sólo el esbozo en un papel.

Apoyo europeo a la Acreditación DPC Ingenieros

El Sistema de Acreditación DPC Ingenieros del Cogiti ha obtenido el respaldo del diputado del Parlamento Europeo, Antonio López-Istúriz, tras su presentación por parte de Gerardo Arroyo, project manager del sistema y director de la Oficina Europea Cogiti-UAITIE, que le explicó de forma pormenorizada la iniciativa y los numerosos beneficios que conlleva su implantación para los profesionales españoles.

En este sentido, el eurodiputado mostró un gran interés por este innovador sistema de acreditación, y destacó que «en las Instituciones Europeas estamos siguiendo con gran expectación, y apoyamos, este tipo de iniciativas». Para López Istúriz, «en estos momentos de crisis es tremendamente importante generar iniciativas como la del Cogiti, que pueden dar mayores oportunidades de empleo y de reconocimiento en la Unión Europea al profesional español. Además, permite a los profesionales, concretamente a los ingenieros, presentarse no solo en sociedad en España, donde las cualificaciones y la preparación del ingeniero español son altamente reconocidas, sino también en toda la Unión Europea».

López-Istúriz se refirió también a la contribución del Sistema de Acreditación DPC Ingenieros a la movilidad de los ingenieros en Europa, al indicar que «en estos momentos difíciles, cuando muchos profesionales tienen que salir de nuestro país y buscar trabajo en Alemania, u otros países europeos, este tipo de instrumentos colaboran tanto en una mayor unidad del mercado laboral en Europa, como en la presentación del profesional español, y son instrumentos muy útiles que, desde luego, van a recibir siempre el apoyo firme de las instituciones europeas».

El eurodiputado español asumió el compromiso de trabajar con el Cogiti, para facilitar a todos los ingenieros técnicos industriales las vías de acceso al mercado laboral Europeo. «Es un momento tremendamente importante, en el cual se exige que la Unión Europea vaya reformando sus estructuras, y vayamos a una mayor unidad bancaria, fiscal, política… En lo que a nosotros se refiere, lo importante es esa unidad del mercado laboral, e instrumentos como el Sistema de Acreditación DPC favorecen indudablemente que esto se produzca».

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