Nuevo proceso para controlar la arquitectura interior de las nanoestructuras
Según González, la superficie y el interior de las nanoestructuras pueden ser programadas en composición y en arquitectura para convertirlas en minúsculos laboratorios de investigación de nuevos fenómenos químicos, ópticos, eléctricos, magnéticos, térmicos y mecánicos que acontecen en condiciones como las que se presentan en este tipo de nanoestructuras». «Se abren posibilidades para la ciencia, tales como nuevas aplicaciones médicas en el campo de la liberación controlada de fármacos, la fabricación de sensores, catalizadores, pilas de combustibles y energía solar y fotónica, entre otras», añade.
A diferencia de lo que se hacía hasta ahora (reacciones únicamente en la superficie de la nanopartícula), los huecos se presentan como un recipiente donde generar reacciones controladas que quedan encerradas en la propia partícula. El número y forma de las cavidades creadas en el interior determinan la extensión de superficie sujeta a la reacción y, por tanto, el aprovechamiento más eficiente de las reacciones en la superficie de los materiales.