Economía de bajas emisiones para ayudar a salir de la crisis
Crear una red de transporte de energía más rápida en Europa, además de abaratar el precio de las renovables, junto con una economía baja en emisiones, son algunas de las propuestas
Nicholas Stern, Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2011, por liderar el primer estudio que cuantifica los impactos y costes derivados de la alteración del clima del planeta, piensa que la lucha contra el cambio climático representa una oportunidad. Stern aseguró en Madrid, al recoger su premio, que las aplicaciones de las tecnologías que contribuyen a frenar las emisiones “ya se están viendo en la agricultura, en el transporte, en la búsqueda de una mayor eficiencia energética”, y ha insistido en que esta tecnología supondrá una “nueva revolución industrial”. “Tendremos 10 años de crecimiento lento en Europa por la crisis, pero para salir de ella uno de los impulsos será el paso a una economía de bajas emisiones”, afirmó.
Su informe pionero publicado en 2006 en Reino Unido concluye que no combatir el cambio climático ocasionaría gastos económicos muy superiores a los de reducir la emisión de gases de efecto invernadero. “Actuando ahora evitamos daños mucho más graves después”, añadió Stern.
Para el presidente del Grantham Research Institute on Climate Change and Environment, es necesaria una inversión equivalente al 1% del PIB mundial para mitigar los efectos del cambio climático. En él se advierte que de no actuar de forma inmediata, se podría producir una fuerte recesión económica, y como mínimo, se alcanzarían pérdidas del 20% del PIB global.
Estrategias
El informe Stern propone la posibilidad de reducir las emisiones mediante una mejora de la eficiencia en el uso de la energía, la introducción de cambios en la demanda de productos, generando una mayor conciencia de la necesidad de consumir productos de baja emisión de car-bono y la adopción de tecnologías más limpias en los sectores de la energía, calefacción y transporte. Asimismo, hace especial hincapié en la necesidad de estrategias políticas firmes que motiven estas medidas y destaca la importancia de generar una respuesta internacional basada en una visión compartida respecto a los objetivos y el marco en el que actuar. “El cambio climático es el mayor fracaso del mercado jamás visto en el mundo, fracaso que entra en interacción con otras imperfecciones del mercado. Toda respuesta global eficaz requerirá tres elementos de política: el precio del carbono, aplicado por medio de impuestos, comercio o reglamentación; una política de apoyo a la innovación y a la aplicación de tecnologías bajas en carbono, y, final-mente, la adopción de medidas para eliminar cualquier barrera a la eficiencia energética e informar, educar y persuadir a los individuos sobre lo que pueden hacer, a nivel individual, para responder al cambio climático”.
Stern recalcó en Madrid que el cambio climático es más preocupante de lo que se pensaba hace seis años porque la capacidad del planeta para recuperarse se ha ido deteriorando más rápidamente de lo que se estimaba. Y ha advertido: “no se está actuando con rapidez”. Aboga por fomentar la economía real. Por ejemplo, crear una red de transporte de energía en Europa más rápida y eficiente, que cohesione el continente y sirva para impulsar la construcción de infraestructuras, además de abaratar el precio de las renovables.