Cerámicas para construir el futuro

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Los materiales cerámicos son cada vez más versátiles, como lo demuestran algunos de los prototipos presentados en una exposición en la Universidad de Harvard que auna diseño y sostenibilidad

La construcción sostenible quiere velar por el equilibrio entre la edificación y su entorno, minimizando su impacto ambiental. Además del ahorro energético en los edificios construidos es importante el de la fabricación de materiales. Bajo el título Ceramic Tile Futures, la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) ha impulsado una exhibición, en colaboración con la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Harvard en la que se han presentado varios proyectos pilotos que se encuentran en fase de experimentación. Los prototipos a escala real han servido para ilustrar los desafíos a los que se enfrenta la producción de cerámica y su objetivo de conseguir edificios cada vez más sostenibles.

Entre los prototipos presentados destacó el sistema brise-soleil o parasol de alto rendimiento. El proyecto, dirigido por Martin Bechthold, catedrático de tecnología arquitectónica, y Christoph Reinhart, ha combinado la investigación de la tecnología robótica, la eficiencia en la edificación y el diseño, con el reto de personalizar los recubrimientos cerámicos.

Para ello, la escuela de Harvard desarrolló un programa de ordenador que per-mite diseñar piezas cerámicas en forma de lamas para fachadas complejas o curvas, para salvaguardar la eficiencia energética del edificio. Además, se desarrolló un molde variable y un depositador de cerámica controlado robóticamente para fabricar estas piezas. La cerámica, por sus propiedades plásticas, es considerada un material idóneo para el desarrollo de las lamas cerámicas con formas adaptadas a las necesidades energéticas.

LAS CUESTIONES QUE AFECTAN AL MEDIO ESTÁN EN EL DEBATE PÚBLICO. LA INDUSTRIA HA DESARROLLADO UN SISTEMA QUE PERMITE INTEGRAR CÉLULAS FOTOVOLTAICAS EN LAS FACHADAS CERÁMICAS

Proyectos pilotos

Ascer, a través de las distintas empresas que la integran y de sus Cátedras Cerámicas de Arquitectura, lleva a cabo muchos otros proyectos pilotos, que también están en fase de experimentación, encaminados, todos ellos, a conseguir mejoras energéticas. Un ejemplo de la aplicación cerámica a los sistemas de enfriamiento es el Pot-in-pot system. Consiste en una serie de piezas prismáticas, fabricadas por extrusión que se ensamblan entre sí, y en cuyo interior se introduce arena. Se rellena con agua destilada a través de una tapa superior que se filtra por los poros de la arcilla y que, en contacto con el ambiente exterior, se evapora produciendo un enfriamiento mayor.

Con este sistema se obtienen descensos de temperatura interior exterior de 14 ºC, además de disponer de mayor inercia térmica y aislamiento acústico. La cualidad mecánica del recubrimiento cerámico que se busca en este elemento es la porosidad, lo que aporta una ventaja adicional, ya que la cerámica porosa necesita un menor coste de materias primas y, en consecuencia, un menor gasto de energía para cocer las piezas.

En 2004 se puso en marcha una serie de Cátedras de Cerámica en algunas de las principales Escuelas de Arquitectura de España. La bautizada como Red de Cátedras Cerámicas busca aportar a los futuros profesionales un mayor conocimiento referido al producto tanto técnica como estéticamente para responder a las inquietudes creativas de la arquitectura actual y venidera.

Otro sistema que llama la atención del trabajo de estas cátedras es el denominado Giraplax, que consiste en una solución formada por baldosas cerámicas para fachadas que se encajan en un eje vertical sobre el cual giran. “En su otra cara se coloca una placa fotovoltaica que produce energía eléctrica. Al girar sobre su eje, la placa se va orientando a lo largo del día mediante un automatismo de seguidores solares, para obtener un mayor rendimiento energético del sistema”, se explica desde Ascer. Una fachada con este sistema puede producir la energía necesaria para el funcionamiento autónomo de la red general en el caso de un edificio de viviendas, así como cubrir la iluminación de los espacios comunes del edificio. Las piezas pueden tener multitud de colores y texturas. Además, se puede jugar con el movimiento del sistema y la luz cambiante del día para conseguir efectos sorprendentes.

Azulejos de fino espesor

Los modernos procesos de fabricación de las baldosas cerámicas han conseguido la creación de azulejos de gran formato y espesor muy fino, que mantienen todas las propiedades de la cerámica tradicional. Según Ascer, “Son más fáciles de mane-jar y colocar, pero su principal contribución a la sostenibilidad redunda en que suponen una reducción del 50% en el con-sumo de materias primas, se gasta menos energía en su fabricación, generan menos emisiones de CO2 y residuos, necesitan menos almacenaje en fábrica y almacenes y suponen un menor coste de logística”.

La sensibilidad actual hacia cuestiones que afectan al medio ambiente ha colocado a las energías renovables en el debate público, “un entorno donde también la cerámica empieza a tener su papel”.

En este sentido, la industria ha desarrollado un sistema que permite integrar células fotovoltaicas en las fachadas cerámicas. Esta integración las convierte en un elemento generador de energía eléctrica a partir de una fuente de radiación solar. Con ello se consigue disponer de paneles sola-res integrados en las estructuras arquitectónicas, utilizando estas piezas bien como elementos de cubierta del tejado o bien combinando la función de aprovechamiento energético con otras propias de los materiales cerámicos, como el aislamiento acústico. Son diversas las marcas que han desarrollado productos en esta línea como Pamesa-Isofotón, Tau y Porcelanosa-Onyx Solar, que ha diseñado un nuevo sistema de suelo técnico fotovoltaico.

Revestimiento conductor

De todo este trabajo investigador ya hay uno que se alzó con el premio al producto innovador de la edición de la feria Cevisama 2009. Se trata de un nuevo material, un revestimiento cerámico conductor de calor, orientado a potenciar la eficiencia energética y a conseguir un mayor ahorro de consumo en los sistemas de calefacción. Es un material extremadamente duro y resistente que mejora el rendimiento de los sistemas de calefacción gracias a las innovaciones en su composición (óxido de silicio, excelente acumulador térmico y óxido de aluminio, que destaca por sus cualidades como transmisor de calor) y en su diseño estructural, que combina de manera eficaz los tres sistemas de transmisión de calor: convección, radiación y acumulación.

El proceso de fabricación de los revestimientos cerámicos está basado en el sometimiento de las materias primas a la presión y al calor. La incorporación de energías más limpias al proceso, como el gas natural, y métodos alternativos para su obtención, como la cogeneración, introducidos por la industria cerámica desde hace años, han contribuido a optimizar en gran medida la sostenibilidad de este proceso.

Según Ascer, en cuanto a la recuperación y reciclaje de residuos, el sector de azulejos y baldosas en su totalidad incorpora en el proceso de fabricación en torno al 17% de residuos procedentes del propio proceso productivo. Este sistema de reciclaje fue impulsado por el sector en el año 2002, Además, algunas marcas ya están desarrollando líneas de producto que emplean alrededor del 80% de material reciclado, consiguiendo las mismas prestaciones técnicas y estéticas.

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