Pau Orts y Agustín Mollá

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«La figura del ‘controller’ es como el faro y el Google de la empresa moderna»

Es ya una evidencia contrastada que el
control de gestión se ha convertido en
una figura indispensable en la empresa
privada. Y las Administraciones públicas
también están apreciando las ventajas
comparativas que podría tener su inclusión
dentro de su estructura, para la optimización
de los procesos y recursos que
se generan en su interior, con la finalidad
de prestar más atención, y de forma más
eficiente, a las demandas y necesidades
de los ciudadanos.

El controller es aquel que ayuda a
mejorar y consolidar los resultados económico-
financieros, al promover cambios
y mejoras continuas en la estructura de
las organizaciones y las administraciones,
convirtiéndose en un componente
esencial para que estas sean capaces de
buscar alternativas y entregar soluciones
prácticas a los desafíos del entorno global
en el que estamos insertos.

Con esta idea en mente, hablamos
con Pau Orts, chartered controller
analyst (CCA), ingeniero en organización
industrial e ingeniero técnico en informática
de gestión, y con Agustín Mollá, también
CCA e ingeniero técnico industrial,
quienes comentaron las ventajas que los
conocimientos y las habilidades de un
ingeniero aportan para el ejercicio profesional
de tareas de un controller, además
de mencionar algunas de las necesidades
que el mercado actual está demandando
en cuanto a este emergente perfil.

¿Qué puede aportar la experiencia
y conocimientos de un ingeniero al
área de controller en una empresa?

Pau Orts. Los ingenieros tienen una
formación técnica, analítica, de procesos
y sobre todo de resolución de problemas
muy sólida; todo esto eso es crucial y
vital para poder desarrollar de forma eficiente
y al máximo nivel este puesto.

Agustín Mollá. El perfil ha dejado de
ser una figura puramente económico-financiera,
ya que el controller del siglo XXI
requiere una gran capacidad de gestión,
planificación y estrategia en áreas como
aprovisionamiento, fabricación, logística,
compras, distribución, etc.; áreas donde
los ingenieros siempre han tenido una
formación sólida y un peso importante.
De esta forma, los ingenieros pueden ser
grandes controllers, aportando un valor
único y diferencial en las organizaciones.

Ahora al revés, ¿cómo pueden
afectar, positiva o negativamente, las
tareas y conocimientos del área de
controller al perfil de un profesional de
la ingeniería?

A. M. Creo que muy positivamente,
ya que es un puesto que puede encajar
muy bien, por lo comentado anteriormente.
Además, este puesto puede ser un
reto profesional y cubrir muchos de los
tópicos e inquietudes que tienen los ingenieros.

El ‘controller’ se ha
convertido en un consultor
interno, proactivo, que
conjuga un rol de estrategaplanificador
y controlador

¿Qué conocimientos debe aportar
un controller y cómo se conjugan estos
con los conocimientos y las habilidades
que se supone tiene un ingeniero?

P. O. Los controllers deben buscar la
excelencia en la gestión de una empresa
y para ello es necesario disponer de
conocimientos analíticos, numéricos, de
gestión de proyectos, planificación, gestión
de optimización de procesos, gestión
de costes, etc.; conocimientos y habilidades
que los ingenieros tienen muy
interiorizados y desarrollados. Creo que
es la simbiosis perfecta.

Qué es el controller entonces: ¿un
gestor, un ejecutor, un visionario, un
vanguardista, un revisor o la suma de
todas o algunas de estas tareas?

A. M. Es la suma de todos. A mí me
gusta describirlo como el faro y el Google
de la empresa moderna.

Dónde está el futuro de un controller:
¿en las Administraciones y empresas
públicas, o en el sector privado?
¿Dónde puede aportar más?

P. O. Está en ambos y es igual de importante.
La única gran diferencia es que
en la actualidad el controller se encuentra
fundamentalmente en la empresa
privada. Más allá del ámbito empresarial
privado, su perfil acabará convirtiéndose
en pieza fundamental en la gestión basada
en la eficiencia de las Administraciones
públicas, convirtiéndolas en centros
productivos y eficientes al servicio del
ciudadano.

En algunos foros se comenta que
el controller puede ser una «tabla de
salvación» para las empresas y organizaciones
frente al complejo mercado
en el que estamos insertos. ¿Está
de acuerdo con esta afirmación? ¿Por
qué?

P. O. Estoy totalmente de acuerdo. En
los últimos años, la figura del controller
ha evolucionado, se ha convertido en un
consultor interno, proactivo, que conjuga
un rol de estratega-planificador y controlador,
donde los cuadros de mandos, los
mapas estratégicos y los modelos creativos
han pasado a ser piezas angulares
del control de gestión.

A. M. Cada día más, el controller está
ayudando a superar y minimizar los impactos
de las crisis económicas, ha pasado
de tener una función puramente
descriptiva y de auditoría a ser promotores
del cambio, convirtiéndose en profesionales
capaces de ayudar a la dirección
a liderar el cambio y llevar a la empresa
a buen puerto en el medio y largo plazo.
Deben de ser multidisciplinares y poseer
una visión estratégica-global.

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